Cuento de hadas de Dumbo
Se acabó el invierno y llega la primavera. El honesto Bobby siempre se quedaba allí e incubaba sus huevos. Llueva o haga sol, él nunca se va. Cuando tiene hambre, come una hojita. Ese día, llegó el cazador y quería vender a Bobby a la sala de espectáculos acrobáticos. Bobby nunca abandona el árbol ni el nido. Al cazador no le quedó más remedio que transportar el árbol a la sala de acrobacias.
¿Adónde fue Rut? Voló a la isla de Hainan para tomar el sol. Ese día, ella estaba comiendo helado y pasando por la sala de espectáculos acrobáticos. Vio que estaba muy animado, así que entró volando y echó un vistazo. Resulta que todo el mundo habla de la interesante historia de los elefantes que incuban huevos. ¿No es ese Bobby? ella gritó. Se había olvidado por completo de dejar que Bobby eclosionara los huevos. Bobby se alegró muchísimo al oír llorar a Ruth. "Finalmente ha regresado, señorita Ruth. No la decepcioné, ¿verdad?" En ese momento, Bobby descubrió que las bolas debajo de él se movían. Lo que salió del huevo no fue un pájaro, sino un Dumbo, con sólo dos alas como un pájaro y el resto de su cuerpo como un elefante.
Dumbo rodeó a Bobby varias veces, gritando "¡Papá, papá!" mientras volaba. Bobby parecía muy feliz y dijo con una sonrisa: "Soy papá, soy papá". Cuando Ruth vio esto, su cara se puso roja y blanca.