Buscando música: melodías populares y diez odios
Al ver que su hijo es feliz y tiene un sucesor, la carga la lleva su padre desde su nacimiento.
En segundo lugar, odias a tu padre y valoras tu bondad. Consideras a tus hijos como tu alma, los sostienes en tus brazos y los besas todos los días.
Miedo al frío en invierno, a la lluvia en verano, al frío y al calor en verano.
Odio a mi padre y aprecio mi bondad. Mi papá resultó herido cuando mis hijos se enfermaron. Fui a East Street a buscar medicamentos y a West Street a llamar a un médico.
Caminando contra las estrellas, desafiando el viento y la lluvia, te sentirás a gusto cuando tu hijo esté bien.
Odio a mi padre y valoro mi bondad. Dedico mucho tiempo a educar a mis hijos, enseñándoles a estudiar bien y a no ser inútiles cuando sean mayores.
Buscando a su hijo, se convirtió en dragón y buscó por todas las calles. Estaba feliz de ver a su hijo haciendo sus deberes.
Odio a mi padre y valoro mi bondad. Mi hijo ha crecido y mi padre también me quiere. Compré papel y bolígrafos y llevé una mochila escolar.
Envía a tu hijo al colegio con la esperanza de que crezca.
Odias a tu padre y aprecias tu bondad. Te preocupas por tus hijos en todo momento. Te acuestas en mitad de la noche, temeroso de que tu hijo tenga frío y sea pobre.
Soy reacio a gastar un centavo, desearía poder convertir el loess en oro.
Odio a mi papá y valoro mi bondad, pero mi papá se preocupa mucho cuando mi hijo está afuera. Le dice a mi hijo que tenga cuidado en todo momento.
Si su hijo vuelve tarde, su padre se preocupará mucho y se parará delante de la calle esperando que llegue temprano a casa.
Odio la amabilidad de mi padre y mi hijo también aprueba la decisión de su padre de ir a la universidad.
No basta con pedir dinero prestado a familiares, sino también visitar a amigos. Para hacer realidad su sueño de ir a la universidad, están dispuestos a ser condescendientes.
Jiuhen tu padre, presta gran atención a tu amabilidad. Rompiste tu corazón por tu hijo, pagaste la deuda de tu hijo y enfermaste a tu padre.
Se encorva al caminar, sus pasos son pesados al caminar, su cabeza está llena de cabellos blancos y su rostro está lleno de arrugas.
Odio que mi padre sea amable, pero mi hijo no está a la altura de las expectativas, mi padre está triste, mi hijo es un inútil y mi hijo ha crecido.
Papá, no llores, escucha a tu hijo y empieza de nuevo.