El auge del drama en el teatro francés
A partir del siglo XV fueron apareciendo una tras otra las corporaciones teatrales, entre las que las más famosas fueron "El Joven" y "Rabazos", que desempeñaron un papel en la promoción del teatro profano. En esta época, los géneros dramáticos seculares eran diversos, incluidos dramas alegóricos dramáticos, obras de tontos, dramas pastorales, farsas, obras morales y obras de teatro con una sola pierna en las que el mismo actor cambiaba su voz y expresión para expresar los conflictos de los personajes. El teatro seguía siendo la única forma en que los ciudadanos podían expresar sus opiniones en ese momento, por lo que a menudo criticaban los males actuales en obras de teatro. Por ejemplo, el monólogo dramático "Los tiradores libres de Bagnolet" fue una respuesta al establecimiento del Rey Carlos VII de Francia. Guardias de tiradores libres en 1448, que perjudicaron al pueblo. Crítica directa. También hay muchos dramas de misterio con temas seculares.
La obra representativa "El Príncipe de los Locos" de P. Grangore (aproximadamente 1475-1538), líder de la Organización de los Juegos de los Locos de París, apoya plenamente al rey francés Luis XII en su lucha contra el Papa, y expresa el deseo de la clase ciudadana emergente por la estabilidad y la unidad del reino. La obra se estrenó en París en 1512 y se convirtió en una sensación.
En 1623, la compañía Tabalan actuó en un escenario de la Place de Prince en las calles de París
La farsa "La farsa de Bartland" es conocida como una obra maestra del drama ciudadano en el Siglo XV. En las obras comenzaron a aparecer personajes con personalidades distintivas.