Sinopsis de Estética literaria y artística extranjera·Personajes·Maeterlinck
Resumen de la literatura y el arte extranjeros Estética·Carácter·Maeterlinck
Maurice Maeterlinck (Maurice Maeterlinck, 1862-1949) fue un escritor belga. En 1886, vivió en París, Francia, durante siete meses, participó en el movimiento simbolista y se dedicó a la creación dramática. A partir de entonces, se convirtió en un escritor representativo de la etapa inicial del drama simbolista. Paralelamente también escribe poesía y prosa. Obras principales: "Invernadero", "La princesa Marana", "El tesoro de los humildes", "Pájaro azul", "Pléias y Mélisande", etc.
El pensamiento literario de Maeterlinck se basa en el idealismo subjetivo. Él cree que el mundo real es sólo un símbolo del "otro mundo" (el llamado "mundo ideal"). Los medios racionales de comprensión no pueden entender este mundo del otro lado. Sólo puede expresarse de manera tortuosa y sutil a través del arte simbólico creado por la intuición del artista. El arte es el medio que comunica entre el mundo real y el más allá. Maeterlinck creía que el propósito del arte es sugerir este otro mundo etéreo. El mundo real es ilusorio y doloroso. Es sólo un reflejo del mundo del otro lado. El mundo del otro lado es verdadero, bueno y hermoso. Los pensamientos de Maeterlinck negaban la sociedad capitalista, pero su negación no conducía al mundo real que realmente se podía perseguir. En cuanto a la relación entre la literatura, el arte y la realidad, Maeterlinck creía que la literatura y el arte no deberían contentarse sólo con describir los fenómenos de las cosas objetivas, sino que deberían expresar la esencia interna de las cosas. Deberíamos romper con la representación del comportamiento humano y del entorno en el que vivimos, y la literatura y el arte deberían revelar el alma humana. La literatura y el arte no pueden describir únicamente fenómenos temporales y accidentales del mundo real. Asegúrate de mostrar su esencia eterna. En cuanto a la relación entre subjetividad y objetividad, destacó el espíritu subjetivo.
Maeterlinck creía que la literatura y el arte no pueden limitarse al realismo objetivo, y enfatizó la expresión de la "realidad subjetiva". La literatura y el arte deben expresar al propio artista. Las obras de Maeterlinck encarnan las características generales del drama simbolista: el contenido es absurdo y extraño. La estructura está relativamente dispersa, falta una conexión lógica entre cada escena, la trama cambia abruptamente, los fantasmas y las personas vivas a menudo aparecen en el escenario al mismo tiempo, y no hay un límite claro entre la vida y la muerte, el sueño y la realidad. . Los personajes están estereotipados, a menudo sin nombres ni rasgos distintivos de personalidad, y son sólo abstracciones y símbolos de ideas. Por ejemplo, "hijo" representa la fuerza de la innovación y "padre" representa la fuerza conservadora. Debe haber un protagonista en la obra que encarne los propios pensamientos del escritor. Su misión era atacar la estructura social patriarcal y los hipócritas conceptos morales y éticos de la burguesía. La obra de fantasía en seis actos de Maeterlinck "El pájaro azul" es una obra representativa del drama simbolista.