Novela de Chu Yunxi, la mujer que llama
Introducción:
Al mediodía, la brillante luz del sol picó los ojos de Chu Yunxi. Movió su rígido cuerpo con dificultad, sintiendo el dolor de desgarrar su carne. Ha estado colgada de la torre durante cuatro días y su sencillo abrigo blanco ha florecido como ciruelas rojas, consumiendo su interés.
Ahora no puede hablar y está paralizada al escuchar a la gente ir y venir todos los días. La reina Xiaoyun fue colgada en la pared, observada por miles de personas y despreciada por miles de personas, temiendo convertirse en la primera persona en la historia.
Maravillosa lectura de prueba de novela:
¿De qué está hablando esa persona? ¿Qué familia Chu? ¿Qué pasó con la familia Chu? Es realmente aterrador. Hay cientos de personas en la familia Chu y, si hablas, te decapitarán. La boca ensangrentada estaba teñida de rojo. La familia Chu se rindió al enemigo y traicionó al país. Todos fueron chantajeados y merecieron su castigo. Pasó una ola de personas, hubo mucha discusión y el cerebro de Chu Yunxi explotó. Ah, ah~ Abrió los ojos con dificultad y gritó ansiosamente.
Pero ahora tiene la boca vacía, sin una gota de agua desde hace muchos días. Tenía los labios agrietados abiertos y solo podía emitir un pequeño sonido sordo, y nadie la escuchó siquiera emitir ningún sonido. Sufría desesperada, su familia estaba muerta y ella estaba colgada aquí, incapaz de hacer nada. Ahora solo quiere morir temprano, poner fin a esta tortura interminable y disculparse con su familia.
Aturdida, vio a un grupo de personas a caballo, galopando hacia ella, con polvo volando detrás de ellos. El líder vestía una armadura, enérgico y majestuoso. Cuando estuvo cerca, voló hacia adelante, blandió su espada para cortar el marco de madera que la aprisionaba, y un rostro hermoso y decidido apareció frente a ella. En ese momento, ella sintió que él era un dios que venía y la traía de regreso a la tierra desde el infierno.
Le estrechó las manos y sacó las púas de su cuerpo una por una. Ella gimió de dolor y sintió sus lágrimas caer sobre su rostro. Resulta que este hombre sediento de sangre también derrama lágrimas. Al mirar este hermoso rostro lleno de arrepentimiento e ira, quiso decir "gracias" y "lo siento". Pero no podía decir nada, no podía mover las manos ni los pies e incluso esperaba levantar las manos.