Los mafiosos AK47 armados con 50 cartuchos de tambores lucharon con decenas de policías estadounidenses durante 44 minutos. ¿Cómo se llama esta película?
Esta película es una historia real. Fue el robo al banco de 1997 en North Hollywood. Los dos mafiosos estaban armados con AKM y llevaban chalecos antibalas. Los policías que luchaban contra ellos sólo estaban equipados con pistolas (el equipo SWAT aún no había llegado). Se inició un feroz tiroteo, en el que resultaron heridos muchos policías y ciudadanos. Afortunadamente, aunque 20 personas fueron baleadas, no murió ningún policía ni civil, sólo dos. Aproximadamente 370 agentes de LAPD fueron llamados al lugar durante el incidente. Además del Departamento de Policía de Los Ángeles, en el tiroteo también participaron agentes del Departamento de Policía del Condado de Los Ángeles y de la Patrulla de Caminos de California.
Los Ángeles SWAT es el mejor SWAT del mundo. Se dice que es infundado, pero en realidad se logró mediante un combate real. Hay 9.000 agentes de policía en Los Ángeles, pero sólo hay 60 agentes SWAT en Los Ángeles. Qué número tan escaso, pero estas 60 personas pueden realizar y completar las tareas más difíciles. La policía SWAT de Los Ángeles es la élite entre 9.000 personas. Tienen las mejores cualidades y son ases. Esta vez, el SWAT de Los Ángeles se encontró con un gángster extremadamente cruel. Solo eran dos gánsteres, y sorprendieron a toda la policía, incluida la valiente policía SWAT, en solo 44 minutos. Frank, que participó en esta sangrienta batalla, dijo: 90 agentes de policía nunca han disparado un tiro durante su mandato. Ese día, la policía disparó más de 65.438 0.500 balas a la puerta del banco. Los dos mafiosos no tenían equipo especial, pero estaban equipados con dos AK-47 rumanos y tambores Chinese Foreign Trade 75, un AKMS húngaro, un HKG3A4 y un Viper M16. Estas armas están especialmente preparadas para la guerra, pero parece que nunca se quedan sin balas. Las poderosas balas pueden atravesar la armadura y disparar al oponente. Las personas que vivieron este asedio dijeron que no se trataba en absoluto de un enfrentamiento entre policías y bandidos, sino de una guerra, una guerra extremadamente sangrienta.