¿Por qué no le das una palmada en el trasero al gato?
En primer lugar, debemos entender el comportamiento y los hábitos del gato. En el lenguaje de los gatos, los azotes son una señal de amenaza y agresión. Por eso ni a las mascotas ni a los gatos callejeros les gusta que les abofeteen. Si intentas darle una palmada en el trasero a tu gato, es posible que se asuste, se ponga nervioso o se enoje, e incluso puede que te ataque.
2. Puede causar molestias a los gatos.
Azotar a un gato también puede tener efectos negativos en su organismo. Especialmente en gatos viejos o con mala salud, las bofetadas fuertes pueden causar dolor o malestar. Además, si golpeas o tocas la cola o el lomo del gato, puedes causarle molestias e incluso algunos problemas de comportamiento, como esconderse en un rincón o volverse extremadamente tímido.
3. Destruirá la relación de confianza con el gato.
Darle una palmada en el trasero a tu gato también puede romper la confianza entre tú y tu gato. Los gatos suelen ser muy sensibles. Sienten emociones y actitudes humanas. Si lo tratas de manera inapropiada, como azotes u otros comportamientos violentos, es posible que el gato ya no confíe en ti, te tenga más miedo o se resienta por tus acciones.
4. Mejores formas de comunicarnos
Finalmente, necesitamos encontrar mejores formas de comunicarnos con los gatos. Los gatos y los humanos tienen idiomas y hábitos culturales diferentes. Si podemos comprender y respetar los comportamientos, emociones y necesidades de nuestros gatos, podemos construir relaciones más sanas, positivas e íntimas.
Usar un tono suave, gestos amables y un lenguaje apropiado son formas importantes de comunicarse con los gatos. Puedes intentar hacer contacto visual con el gato, tocarle la barbilla, combinarlo con ladridos y jugar juegos interactivos con él.