Composición "Contigo hasta el final" (composición del tema)
Gracias por estar conmigo durante todo el camino.
Tú eres mi primer rayo de sol en la mañana, calentando mi corazón; eres mi primer rocío brumoso, alimentando mis ramas marchitas; eres el primer manantial dulce de mi vida, regándome.
Cuando era un bebé esperando ser alimentado, fuiste tú quien me convenció para dormir con tu cálido abrazo. Sé y recuerdo que la primera persona que vi cuando abrí los ojos fuiste tú. Así que nunca olvidaré tu apariencia. Cuando no podía caminar, fuiste tú quien me enseñó a hablar y caminar. También recuerdo que la primera palabra que grité cuando pude hablar fue "mamá", y los brazos a los que salté cuando pude caminar fueron tus brazos. Cuando todavía era analfabeto, fuiste tú quien me abrazó, sostuviste el libro de muñecas y me enseñaste a leer y me enseñaste a dibujar "personajes" interesantes que no entendía en el papel. Incluso recuerdo que la portada del libro son las dos amables palabras "madre". La primera palabra que puedo escribir es la palabra "madre" en madre. Hay tantos recuerdos maravillosos tuyos a lo largo del camino.
En el momento en que entré por la puerta de la escuela, fuiste tú quien tomó mi mano y conociste a muchos niños. Entré en contacto con una "tía" llamada "Maestra" y muchos niños encantadores. Luego supe que este edificio con muchos niños y maestros se llama "escuela". Eso es lo que me dijiste. Estoy muy feliz, como si fuera un pájaro despreocupado, volando libremente en el cielo azul. Y tú eres el vasto cielo azul...
En el proceso de crecer, he sido travieso, tacaño y cometí muchos errores. Recuerdo claramente que fuiste tú quien me convenció y me educó. Tengo mucha suerte de tener una madre tan buena como tú. Conozco tus buenas intenciones. ¿No esperas también que yo pueda crecer sano y feliz?
Lo que más me impresionó fue cuando cometí errores. Cuando cometo pequeños errores, tú me educas pacientemente, me dices qué está bien, qué está mal, qué se debe hacer, qué no se debe hacer y qué hacer si me vuelvo a encontrar en el futuro...
Al final, me recordaron: ¡No lo vuelvas a hacer en el futuro! Cuando cometo un gran error, te enojas y me criticas duramente. Aunque siempre te ves feroz cuando estás enojado, te agradezco tu método educativo y por indicarme la dirección correcta para no desviarme.
Si no fuera por ti, ¿cómo podría florecer esta delicada flor mía? Si no fuera por ti, ¿cómo podría crecer y germinar esta joven semilla mía... En fin, te agradezco? tú, querida madre, ¡gracias por acompañarte hasta el final en el camino del crecimiento!