¿Cómo entrenar a un gato para que acuda cuando llama?
En primer lugar, no intentes educar a un gato que nunca se relaja. Primero, teníamos un gato y después de ponerle nombre, no teníamos prisa por empezar a entrenarlo. En su lugar, primero déjelo que se familiarice con el nuevo entorno y con el nuevo propietario. Sólo cuando el gato esté en un ambiente completamente relajado podrá estar completamente relajado, y entonces el gato estará dispuesto a ser entrenado. Por lo tanto, entrenar al gato y generar confianza con él es el primer paso.
2. Método de dependencia alimentaria El primer paso en el adiestramiento de un gato suele ser el método de adiestramiento alimentario. El dueño debe preparar algunos bocadillos que al gato le guste comer y luego llamarlo suavemente por su nombre. Recuerda, deja siempre que tu gato te mire. Después de pronunciar su nombre, míralo durante dos segundos antes de darle comida al gato. Este proceso se puede repetir durante tres minutos. Cabe destacar que cuando el gato esté distraído no le des nada de comer. Asegúrate de que tu gato comience a responder y a mirarte antes de darle comida.
No necesitas mucho entrenamiento como este mañana, normalmente tres minutos. Cuando el gato se siente obviamente impaciente, debe detener ese comportamiento, de lo contrario el gato se sentirá disgustado con su propio nombre. Además, fuera del adiestramiento, es mejor no llamar al gato por su nombre, de lo contrario provocará que no lo entiendan. Al principio, puedes cambiar cada sesión de entrenamiento a tu comida favorita. Posteriormente, cuando el gato responda al nombre, es necesario que poco a poco deje de depender de la comida. Más adelante, podrás cambiar la recompensa de comida por tocarle la barbilla, tocarle la cabeza o jugar con él un rato. Luego puede ampliar el rango de recompensas. Puedes recompensarlo después de responder dos o tres veces para que puedas entrenar a tu gato para que responda a tu nombre.
Del mismo modo, el adiestramiento de gatos también debe realizarse en un entorno muy cómodo, y lo mismo ocurre con la obediencia de los gatos. Si un gato se siente infeliz o incómodo, no responderá ni siquiera a su propio nombre. Además, al entrenar, la voz debe ser suave y no demasiado fuerte, de lo contrario asustará fácilmente al gato. No grites demasiado fuerte cuando llames a tu gato después. Los gatos tienen oídos muy sensibles y pueden oír incluso sonidos pequeños. Muchos dueños alzan la voz porque sus gatos no responden de inmediato. De hecho, esto no hará que el gato se acerque, pero sí le dará miedo.
Los gatos generalmente no reaccionan por dos motivos. Están durmiendo o de mal humor. Aunque los gatos no necesitan caminar, en realidad son animales que tienen miedo de estar solos. Si el dueño tiene tiempo, debe pasar más tiempo con el gato y no dejar que sea un gato.