Novela de Jiang Yan y Zhou Zhixi

"Nueve agujas del emperador Yan", autor: Jiangbao Squid.

Introducción:

Como joven maestro de la secta médica, Jiang Yan era respetado y admirado. Cuando estaba a punto de ascender al trono, ocurrió un accidente. Jiang Yan descubrió que había renacido y se había convertido en una persona inútil. El dueño original es realmente un cobarde, su amada esposa no puede protegerlo y su hija tiene una enfermedad terminal y no puede curarse. Ahora su llegada reescribirá todas estas tragedias y compensará a la madre y la hija del dueño original.

Lectura de prueba:

Mientras estaba confundido, dos recuerdos diferentes se fusionaron rápidamente en la mente de Jiang Yan. Debería haber renacido como hijo pródigo. Este chico originalmente provenía de una familia rica. Heredó la tienda de materiales medicinales de su familia y tiene un patrimonio neto de más de 100 millones. También se casó con Zhou Zhixi, la belleza escolar número uno en Jiangzhou. Pero no sólo perdió todos los bienes familiares y tenía muchas deudas, sino que también golpeó y pateó a su esposa.

Tanto es así que el matrimonio existe sólo de nombre. Después de más de tres años de matrimonio, ni siquiera ha tocado la mano de su esposa. Hasta el día de hoy, Zhou Zhixi todavía mantiene su virginidad y se niega a obedecer. Esta chica llamada Miaomiao es solo la hija ilegítima que dejó su promiscuidad antes del matrimonio. Ahora está tan deprimido que alquila una pequeña tienda en la ciudad de materiales medicinales y vende algunos materiales medicinales baratos para llegar a fin de mes. También tiene comida y alojamiento aquí.

La mujer en mis brazos fue traída anoche para estimular deliberadamente a mi esposa. Puede ser que haya muerto repentinamente en la cama después de beber algo para animarse. "Por desgracia, soy descendiente del gran sabio médico, el joven maestro del templo Shennong, Qi Huang, experto en artes marciales y famoso en todo el mundo. Renaceré en tal cosa. Soy tan famoso que Es posible que no pueda conservarlo ". Jiang Yan miró el techo desconchado y pensó para sí mismo en un suspiro. Este comienzo es sencillamente tremendamente difícil.