No puedes alimentar a los perros después de casarte y tener hijos.
Las personas embarazadas deberían intentar no tener perros, porque los perros todavía tienen muchas bacterias. Si no se limpia, provocará la interferencia de diversas bacterias, lo que no favorece la comprensión de las condiciones de salud personal durante la preparación para el embarazo. Si realmente quieres tener un perro, puedes ir a las tiendas de mascotas con más frecuencia. Ver diferentes mascotas mejorará tu estado de ánimo y te ayudará a prepararte para el embarazo.
Existen algunos peligros al tener un perro durante el embarazo, como la infección por Toxoplasma gondii. Algunas mascotas pequeñas pueden comer alimentos difíciles de digerir, lo que genera más virus y Toxoplasma gondii en sus heces. Si no se limpian a tiempo, pueden afectar la higiene del hogar. Si tienes un perro en casa, puedes acudir al hospital para comprobar si está infectado por Toxoplasma gondii.
Tener un perro durante el embarazo también puede provocar alergias. Debido a que la piel de algunas personas es bastante sensible, si el pelo de la mascota se cae con frecuencia, pueden aparecer síntomas como estornudos o piel enrojecida, hinchada y con picazón, lo que puede provocar rinitis alérgica, asma alérgica, etc. Por tanto, todo el mundo debería intentar evitar el contacto con estos entornos, especialmente durante las estaciones sensibles.