El matrimonio es un drama.

¡El matrimonio es más que cuatro simples finales! ¡Cuánto drama!

¡El matrimonio es en realidad una apuesta! ¡No sabes si ganas o pierdes!

Puedes estar seguro al final, pero a medida que pasan los años, descubrirás que lo que está en juego en tus manos y en las de tu oponente cambia constantemente, ¡y no hay nada que puedas hacer!

Al final, o me fui aturdido o apreté los dientes y lo soporté... ¡Tomar la mano de mi hijo y envejecer junto con él fue solo un sueño!