Aunque la limpieza dental puede eliminar el cálculo dental, también puede dañar los dientes. ¿La limpieza dental es buena o mala?
No importa lo que sea, es una cuestión de grado. Como todos sabemos, los medicamentos son venenosos, pero en ciertas dosis son buenos productos que pueden mejorar la enfermedad. Lo mismo ocurre con la limpieza dental. La limpieza dental moderada es beneficiosa para la salud bucal y desempeña un papel en el mantenimiento de la higiene bucal. Pero una vez que es demasiado frecuente, la limpieza dental también provocará grandes daños en los dientes, por lo que debemos prestar más atención a la hora de limpiar la boca.
Primero debemos entender por qué necesitamos limpiarnos los dientes y luego decidir si hacerlo en función de nuestras propias circunstancias. Nuestros dientes están expuestos a residuos de alimentos provocados por comer todos los días, así como a algunos alimentos que pueden causar daños en los dientes, como dulces que son propensos a sufrir caries, etc. Estas sustancias se acumulan en los dientes y, junto con la infiltración prolongada de saliva, es fácil formar cálculos dentales. El cálculo dental es una suciedad rebelde difícil de eliminar con el cepillado diario y que requiere de un equipo de limpieza profesional.
El cálculo dental puede causar irritación a largo plazo en el tejido periodontal e inducir inflamación de las encías, recesión de las encías y periodontitis. Por lo tanto, para conseguir tener una boca sana y unos buenos dientes y encías, es muy necesaria una limpieza dental periódica. Es mejor mantener este ciclo una o dos veces al año y es mejor buscar un dentista habitual para poder juzgar con mayor precisión el estado de los dientes.
Pero una limpieza excesiva puede empeorar la flora bucal y la estructura dental. Sin la cobertura de cálculo dental, los problemas de los dientes y del tejido periodontal se resaltarán, y problemas como el espacio entre los dientes aumentarán. Rasparse los dientes con demasiada frecuencia puede dañar el esmalte dental, haciendo que los dientes pierdan su brillo saludable y se vean aún peor.