Después de que el estudio cinematográfico anuncia el estreno o el retiro de la película, ¿cómo responden generalmente los cines?
Si miramos más allá de la dimensión de una sola película y observamos la perspectiva y la observación general de la temporada de verano, el incidente de la abstinencia puede verse como la antorcha que encendió el comienzo de la pelea de la temporada de verano de este año.
Por eso, la temporada de verano seguramente será caótica. Tomando como ejemplo el calendario de verano del año pasado, se retiraron o modificaron aproximadamente 23 películas. Entre ellos, "I'm Not the God of Medicine" fue reprogramado debido a su abrumadora reputación; "Asura" fue retirado 2 días después de su estreno debido al pobre desempeño del mercado; más estudios cinematográficos están tratando de maximizar las ganancias de la película; , considerando múltiples factores como la calidad y las políticas de la competencia al mismo tiempo, por lo que el período cambia constantemente.
El calendario no es una condición decisiva. Las películas que obtienen una gran reputación y una gran taquilla siempre dependen de la calidad. Los empresarios, por supuesto, están deseosos de maximizar los beneficios y, naturalmente, el calendario, como uno de los factores que influye en la taquilla, debe incluirse en la estrategia. Por supuesto, aquí se puede distinguir otra situación. Una película de tamaño pequeño y mediano con excelente calidad pero con fondos limitados debería aprovechar bien el tiempo. Este tipo de película a menudo no puede obtener una alta tasa de proyección en el mercado.
Cuando llega a ser un éxito de taquilla, incluso si el público quiere verla, no puede encontrar una proyección adecuada. Es un plan estratégico comprensible que las películas pequeñas opten por levantar o retirar archivos para protegerse. Retirar una película a tu antojo es cuestión de incumplir tu palabra. Ya has acordado la fecha y el mes en que se estrenará, o puedes adoptar la peor estrategia de retirada en beneficio propio para una película que ya está en cines. Lo que se ahorra es cierto grado de beneficios económicos, pero lo que realmente se pierde es la confiabilidad que es difícil de comprar. Esperamos que, al tiempo que prestan atención a los intereses, los productores cinematográficos también consideren la cuestión de la integridad y sean responsables ante el mercado y el público. Lo que es más importante es no ser supersticioso sobre los beneficios que aporta el calendario. Sólo empezando por la calidad de la película podremos tener más confianza para dominar el mercado.