El último eunuco de la dinastía Qing decía que la reina nunca se bañaba con las manos. ¿El proceso fue insoportable?
En 1902, Sun nació en una familia de campesinos pobres en el condado de Jinghai, ciudad de Tianjin. Tenía seis padres y cuatro hermanos, y Sun era el segundo mayor. Cuando nació, su familia sólo tenía el 70% de la propiedad y dos casas. La vida familiar era muy pobre y sus padres hacía tiempo que querían enviar a Sun al palacio para ganarse la vida como eunuco. Sin embargo, la Revolución de 1912 impidió que Sun entrara al palacio como eunuco. Sin embargo, sus padres todavía se negaron a darse por vencidos. Encontraron a alguien con quien encontrar conexiones y quisieron enviar a su hijo al palacio. Finalmente, en 1916, un hombre llamado Ren Dexiang presentó a Sun la Ciudad Prohibida y se convirtió en un verdadero eunuco. Como Sun era muy inteligente, se convirtió en el eunuco personal de Wanrong, su estatus había mejorado mucho y, naturalmente, sabía mucho.
En sus últimos años, Sun escribió una autobiografía "El último eunuco en China" basada en sus propias experiencias. El libro reveló muchas cosas desconocidas. Por ejemplo, hay una cosa que interesa mucho a los hombres. Según el autoinforme de Sun, además de las intrigas, la reina en el palacio también tenía una afición especial, es decir, le gustaba mucho bañarse, pero el proceso era insoportable. La reina nunca se lava cuando se baña, sino que las doncellas y los eunucos que están a su lado la lavan. No importaba cómo se limpiaran el cuerpo, la reina no se movía, lo cual era extraño. Aunque los eunucos habían sido limpiados, todavía hacía que Sun se sintiera muy incómodo. Este tipo de método de baño es inaceptable incluso en los tiempos modernos, y mucho menos en la antigüedad.