Presentación al vendedor de óleos y agua.
El Viejo" Cuadro Mundialmente Famoso Título: "El Viejo Vendiendo Agua" Creador: Diego de Silva-Velázquez (España) Año de Creación: Alrededor de 1617-1619 Estilo: Barroco Tema: Mitología griega Tamaño: 106cm× 82cm Material: pintura al óleo sobre lienzo Colección existente: Colección del Museo de Wellington, Londres Esta es una de las primeras obras representativas de Velázquez. El artista utilizó un primer plano para mostrar el carácter serio y tosco del anciano que vendía agua en Sevilla. El anciano y el niño que compraban agua formaron una relación amo-esclavo. El abrigo del anciano estaba hecho jirones. Puso su mano izquierda sobre la cerámica y con la derecha le entregó un vaso de agua al niño. Las partes claras y oscuras del objeto son ricas en capas. Las urnas de cerámica, las vasijas de barro, los vasos y las ropas de las figuras que retienen el agua tienen una textura fuerte y muestran una belleza sencilla. El autor es el pintor español Diego Velázquez (1599 ~ 1660) es un pintor español de origen portugués, nacido en Sevilla (Sevilla). Permaneció en Sevilla hasta 1622, y sus primeras obras muestran su preferencia por las representaciones naturalistas de objetos iluminados por una luz intensa. En 1623 marchó a Madrid y ejerció como pintor de cámara. Su velocidad de pintura no es rápida, sus trazos son cautelosos, su técnica es exquisita y sus tonos son solemnes y oscuros. Muchos retratos utilizan colores simples como fondo para resaltar los contornos de los personajes. "El aguador en Sevilla" fue pintado en 1623. Este cuadro encarna todas las habilidades pictóricas de Velásquez y es reconocido como el cuadro más destacado entre todas las obras que el pintor realizó en Sevilla. El protagonista del cuadro es un vendedor de agua, ocupación muy común en la baja sociedad sevillana, donde vive Velásquez. El cuadro de un vendedor de agua tiene dos clientes: un niño pequeño (posiblemente el mismo modelo que el niño de "La mujer con tortilla"), y un joven en las sombras del fondo (por falta de tiempo, la figura del la pintura se ha descolorido y se ha vuelto muy borrosa). En primer plano de la imagen se encuentra la enorme jarra del vendedor de agua. El agua que sale de la boca brilla tan grande que casi rompe el espacio entre la imagen y el público. El vendedor de agua le estaba entregando una taza de agua recién servida al niño. La forma de la taza hacía que la gente sintiera que el agua en la taza era muy fresca y agradable. Sevilla aún mantiene esta costumbre hoy en día. Esta escena tranquila y pacífica es el estilo constante de Velásquez. En muchas de sus obras se pueden ver excelentes representaciones de compradores y vendedores. Su rostro pensativo, la piel bronceada expuesta al sol, las profundas cicatrices y las arrugas marcadas por la edad hablaban de años de dificultades. Su pelo muy corto y su ropa sencilla le daban la impresión de un monje, ya sea un santo o un filósofo. Estaba mirando algo, como sumido en sus pensamientos, apenas consciente de las personas que lo rodeaban. Ya no tenía que concentrarse en su trabajo, parecía estar en otro lugar: en un mundo fuera del alcance tanto de nosotros como del niño. En este cuadro podemos ver el respeto de Velásquez por los pobres. A pesar del bajo estatus del aguador, el pintor le dio una gran dignidad. Se puede observar que la filosofía del artista es que utiliza los objetos más simples para expresar los temas más profundos, haciendo que este cuadro tenga incluso un significado de pintura religiosa. Otro pintor anterior que sostuvo esta filosofía fue Caravaggio, quien influyó profundamente en el estilo de Velásquez. Caravaggio fue un campeón a la hora de representar a los pobres, rechazando los estilos manierista y renacentista de su época e insistiendo en representar a santos y dioses como inferiores y prostitutas. Obviamente, Velásquez no es tan agresivo como Caravaggio. Todo lo que hace no es embellecer a sus súbditos. Al contrario, sus esfuerzos son sólo para representar fielmente la vida. Representa fielmente la jarra rota del vendedor de agua, pintando la sensación de humedad y las gotas de agua que salpican, lo que hace que la pintura esté llena de sabor realista. En la trayectoria artística de Velásquez, "El aguador de Sevilla" es una obra emblemática. Este primer trabajo ya muestra algunas de las habilidades posteriores del artista. Su comprensión de los corazones de los personajes y la captura de detalles minuciosos demuestran su comprensión de la realidad y de las personas.
Esto no sólo le hizo ser reconocido como uno de los más grandes pintores de Europa, sino que también llevó a Manet a elogiarlo como "un pintor de pintores". Historia sobre esta pintura: Esta pintura tiene una historia larga y colorida. Originariamente formaba parte de la Colección Real Española, pero fue robada por José Bonaparte durante las Guerras Napoleónicas. Posteriormente, durante la Batalla de Victoria, el duque de Wellington lo recuperó junto con otras 82 pinturas. En reconocimiento a su victoria, el Rey de España le permitió seguir poseyendo las pinturas. El duque de Wellington los trajo de regreso a Inglaterra, donde la pintura permanece hasta el día de hoy en su antigua casa en Apsley.