El final posterior de Shen Jiajun
Shen Jing murió relativamente tarde, en el campo de batalla lleno de humo, en la última batalla entre Chu y Qiang. Los gritos desgarradores de los soldados llegaban desde la distancia: General, general Shen, hemos vencido, Chu ha vencido y se acerca el amanecer. Por la noche, yacía tranquilamente entre los muertos, con el corazón atravesado por una flecha afilada y la nariz llena de sangre. Hizo todo lo posible por transmitir el nombre de Shenyang Zhonghun de generación en generación.
El último momento en que cerró los ojos, miró los copos de nieve que caían y el rostro de Xie Yanci de repente apareció en su mente. Eres libre, Xie Yanci. Una gota de lágrimas claras recorrió la mejilla y el mundo cayó en una oscuridad sin fin. Pensó que iría al inframundo, pero se despertó de nuevo y se encontró de regreso en Yongan Wangmi. De pie bajo el familiar pasillo de Wang Mi, miró al hombre de túnica blanca debajo del peral en el jardín y no podía creerlo.
Maravillosa introducción al capítulo
Esas cejas hermosas y afiladas, esa expresión familiar y fría. Sorprendida, llamó en voz alta: "Xie Yanci", pero nadie respondió. En ese momento, Feng Lu, el guardaespaldas personal de Xie Yanci, se apresuró a entrar desde afuera, pero hizo la vista gorda ante la noche en Shenjing. Shen Jing extendió la mano para detener a Ye, pero Feng Lu atravesó su palma. Ella se quedó paralizada y levantó las manos.
¿Qué es esto? El fantasma persiste. Una sonrisa incontrolable apareció en el rostro de Feng Lu: Su Majestad, han llegado buenas noticias desde la frontera y el ejército de la familia Shen ha obtenido victorias consecutivas. Sólo después de librar la última batalla se podrá recuperar la ciudad de Yunjiu y las tropas regresarán a la corte. Al escuchar esto, Shen Jing de repente volvió a sus sentidos. La última guerra mundial había terminado, e incluso si intentaba no dormir, todavía le llevaría medio mes llegar a la capital de Chu.