El contenido principal de "Lu Bingxun's Crusoe"
El joven británico Robinson Crusoe amaba navegar desde pequeño y abandonó su hogar en tres ocasiones para viajar por Sudamérica. Un día, con su elevada ambición de viajar alrededor del mundo, se despidió de su familia, cruzó los océanos Atlántico y Pacífico, y experimentó innumerables peligros durante el emocionante viaje. Más tarde, todo el barco murió en el Océano Pacífico, y todos a bordo. El barco quedó enterrado en el fondo del mar. Sólo él pudo lograr un milagro. Sobrevivió así y llegó solo a una isla deshabitada. Robinson, un personaje fuerte, vivió de forma independiente en la isla durante 28 años. Trabajó y vivió en una isla aislada, abrió terrenos baldíos, crió ganado y produjo arroz y trigo. Año tras año lo acompañó la soledad y superó diversas dificultades que a la gente corriente le resultaría difícil superar. La Biblia se convirtió en su apoyo espiritual. Con asombrosa perseverancia y trabajo tenaz, construyó una casa, cosechó granos, domó cabras y confeccionó ropa con pieles de animales. Había luchado con bestias salvajes y había tenido batallas con salvajes que comían carne humana. Posteriormente rescató a un nativo, lo llamó "Viernes" y lo tomó como sirviente. Con extraordinaria perseverancia y coraje, superó dificultades inimaginables y creó un hogar de supervivencia con sus manos trabajadoras.
No fue hasta el año 28 que un barco británico se acercó a la isla y ayudó al capitán a someter a los marineros rebeldes antes de regresar a Gran Bretaña. En ese momento, sus padres murieron. Robinson recuperó todos los beneficios de su patrimonio brasileño y dio parte de él a quienes lo habían ayudado.