película tartamuda

El discurso del rey El príncipe Alberto, segundo hijo del rey Jorge V del Reino Unido, fue invitado por su padre a pronunciar el discurso de clausura de la Exposición del Imperio Británico en Wembley, Londres. Al rey de Tailandia le gustaba Alberto más que su futuro hijo mayor, David, duque de Windsor, quien "no amaba las montañas ni los ríos, pero amaba la belleza". Sin embargo, Albert tartamudeaba gravemente. Esperando tranquilamente el debut de Albert dentro y fuera del campo. Sin embargo, lo único que se oía por la radio era el nudo de Albert.

Capturas de pantalla de la película (2) (20 fotos) "La Voz"...tengo...algo que anunciar...,...lo prometo..." No puedo decirlo en veinte segundos.

En 1934, cuando Albert aún no había desaparecido y veía cómo un médico incompetente se burlaba de su marido, su esposa Maureen salió a buscar un logopeda llamado Dr. Leonard. Rogge viene a tratar al marido. Las tensiones del médico llegan a un punto crítico cuando le pide al príncipe que lo llame por su nombre, Leonard, y se dirija a él como Albert Bertie. La pregunta del médico no parece tener nada que ver con el tartamudeo. "¿Qué pasó en primer lugar?" ¿Cuándo empezó? "No quiero hablar de asuntos personales. ¡No te metas conmigo! "Detrás de la repentina ira de Albert, el médico sabía que la otra parte debía estar sufriendo un dolor profundo, que era la clave de la tartamudez severa. Las palabras del médico parecían contener un poder invisible y Albert se calmó: ¿Puedes curarme? Por supuesto. Sí. El médico estaba tranquilo y confiado. El médico le pidió a Albert que leyera un pasaje. Justo cuando estaba a punto de tirar el libro, el médico insistió en que Albert se pusiera los auriculares y se preparara para grabar. ¡La música que sale de los auriculares es la sinfonía! ¡Esta es la obertura de "Las bodas de Fígaro" de Mozart! Ese shock

Capturas de pantalla de la película (1) (20) ¡La alegría del corazón finalmente tomó el libro! , y sus labios finalmente se movieron. Pero después de un par de veces, el duque se quitó los auriculares: "Idiota... ¡esto no es para mí!". Adiós, en 1934, su padre. El rey Jorge V pronunció un discurso transmitido a nivel nacional. Después del discurso, Alberto se animó a intentar leer el discurso. Alberto estaba tan sombrío que odiaba ser rey. Yo tampoco puedo entenderlo. Pero mi padre está ansioso: el fascismo. Siempre he sido arrogante y codiciado por los países vecinos. El país y la familia deben confiar en ti para que lo apoyes. ¡Pero Albert no puede hacerlo! El padre se sintió muy decepcionado. Recordó la grabación que el médico insistió en traer cuando se fue ese día. En la música radical de Mozart, llegó la voz firme y suave de un hombre: “Ser o no ser, esa es la cuestión. Cuando relajamos nuestra mente y abrimos nuestro corazón, ¡nuestras acciones se vuelven más sensibles y nos volvemos más valientes! "Esto es de

captura de pantalla de la película (3) (11) ¡¿Es tu propia voz?!