Unos días después de firmar la novela, ésta demostró ser un éxito.
Es mentira que no estoy nervioso ni inquieto. Esta es la primera vez que publico una novela sobre un tomate y también es la primera vez en mi vida que solicito un contrato. Antes de empezar a publicar, escribí más de 90.000 manuscritos guardados en mi computadora. Seguí revisándolos y perdí algo de tiempo.
Después de enviar la solicitud el día 14, continué escribiendo y revisando el manuscrito. Lo mismo sucedió el día 15, pero comencé a prestar atención a si había alguna información de la plataforma el día 15. Cuando me fui a la cama por la noche, todavía no lo tenía y pensé, no creo que sea posible y tengo que seguir revisándolo, pero aún así publiqué tres capítulos en 15.
A las 10 en punto de hoy (sábado), encendí la computadora y fui al backend. Vi los avisos de firma de contrato de dos sitios web. La idea general era que mi novela pasó la evaluación de firma de contrato y me pidieron que me comunicara con el editor para firmar un contrato.