¿Quiénes son los tres representantes del drama clásico?
Pierre Corneille (1606-1684):
Dramaturgo francés, uno de los fundadores de la tragedia clásica francesa. Sus obras son rigurosas en estructura y solemnes en lenguaje, y sus temas a menudo involucran heroísmo, honor y elecciones morales.
Le Cid (1637) es su obra más famosa. Toma como tema al héroe nacional Cid en la historia de España y muestra la dificultad del protagonista entre el amor personal y el honor familiar. El éxito de esta obra estableció su lugar. en la historia de la literatura francesa.
Otras obras representativas incluyen "Horacio" (1640), "Cinna" (1641), etc. Todas estas obras siguen el principio de tres unidades (tiempo, lugar, consistencia), encarna lo artístico. Características del teatro clásico.
Jean-Baptiste Molière (Molière, antes conocido como Jean-Baptiste Poquelin, 1622-1673):
Molière es un maestro de la comedia francés cuyas obras están llenas de sabiduría, humor y socialización. sátira, con profundas ideas sobre la naturaleza humana.
"Tartufo" (1664) es una de las comedias más famosas de Molière. Critica el fanatismo religioso y la fe ciega exponiendo la hipocresía de los hipócritas.
Otras obras importantes como "L'Avare" (1668) mostraron su crítica a la supremacía del dinero, y "Les Femmes savantes" (1672) satirizaron la sociedad contemporánea sobre el fenómeno de la excesiva admiración por el conocimiento pero el abandono. de la vida práctica.
Las creaciones de Molière son ricas y diversas, incluyendo comedias y tragedias. Sus obras no sólo siguen las reglas formales del drama clásico, sino que también reflejan profundamente la realidad social de la época.
Jean Racine (1639-1699):
Racine es otro gigante de la tragedia clásica francesa, conocido por su delicada representación psicológica y su lenguaje poético.
"Andrómaca" (1667) está basada en una historia griega antigua, que muestra los complejos enredos emocionales de los personajes y la lucha de poder en el palacio.
Phèdre (1677) es la última obra maestra de Racine. Cuenta la historia del amor prohibido de la reina Fedra por su hijastro Hipólito, revelando los conflictos ocultos de la naturaleza humana y la tragedia del deseo.
Las obras de Racine también siguen estrictamente los principios del clasicismo, pero su estilo trágico es más sobrio y lírico, centrándose en expresar los altibajos emocionales del mundo interior de los personajes, dando así una nueva profundidad artística al drama clásico. .