Apreciación del Arte del Templo del Sol
El templo tiene dos focos artísticos: uno es la puerta, frente a la cual se realizan multitudinarias ceremonias religiosas, esforzándose por ser magnífica y acorde con el dramatismo de la ceremonia religiosa. El otro es el interior del salón principal, donde el emperador recibe culto de un pequeño número de personas. Se esfuerza por ser oscuro y coercitivo, coherente con el misterio de la ceremonia.
Un par de altos muros trapezoidales de piedra intercalan una pequeña entrada. Para realzar el contraste entre la entrada y el volumen del muro de piedra, la altura del alero de la entrada es mucho mayor que la del muro de piedra.
Las paredes de piedra están cubiertas de coloridos relieves y las esculturas redondas también son coloridas. La escena en esta puerta es ruidosa y animada, donde se adora al emperador como el "benefactor de todas las cosas" a través de una serie de rituales.