El soliloquio clásico de HamletEl soliloquio clásico de Hamlet y su apreciación
1. ¡Frágil, tu nombre es mujer!
Apreciación: Esta es la emoción de Hamlet cuando piensa en su madre casándose con su tío menos de dos meses después de la muerte de su padre. El sentimiento de Hamlet es en realidad injusto para las mujeres. En ese momento, Gran Bretaña en los siglos XVI y XVII todavía estaba bajo el dominio de la clase feudal. En esa realidad social, una mujer no tenía sus propias opciones ni un pensamiento independiente. Todos acatan la ética feudal y obedecen los arreglos de su padre y hermano. Se puede decir que lo hacen de forma completamente involuntaria.
Este monólogo dramático tiene lugar tras la boda del rey en el Acto 1, Escena 2.
2. ¡Qué obra maestra tan asombrosa son los seres humanos! ¡Qué noble razón! ¡Qué gran poder! ¡Qué excelente instrumento! ¡Qué gesto tan gracioso! ¡Qué parecido a un ángel en acción! ¡Qué parecido a un dios en sabiduría! ¡La esencia del universo! ¡El primado de todas las cosas!
Apreciación: Esta frase contiene la afirmación del humanismo de Shakespeare y expresa su elogio hacia las personas. La influencia del pensamiento humanista durante el Renacimiento fue muy fuerte en toda Europa. Durante este período, la gente comenzó a romper lentamente con los grilletes de la autoridad divina y comenzó a descubrirse a sí misma como individuos independientes.
Este drama ocurre después de que el Príncipe Hamlet entra por la puerta en el Acto 3, Escena 1
Si una persona considera la felicidad y el propósito de la vida sólo como comer y dormir, lo hará. ¿otra cosa es? ¡Qué bestia! Dios nos creó para que podamos hablar en voz alta y mirar hacia adelante y hacia atrás. Por supuesto, debemos usar la capacidad y la razón inteligente que Él nos ha dado y no dejar que se desperdicien.
Agradecimiento: Se trata de un soliloquio pronunciado por Hamlet antes de su acto de venganza. Si todavía era un príncipe melancólico y procrastinador cuando pensaba en "ser o no ser", entonces cuando dijo esto, ya marcó el comienzo de su determinación y determinación. Las personas deberían ser grandes debido a su gran espíritu y usar su sabiduría y sus pensamientos para cambiar la inmundicia y la fealdad del mundo.
Esta obra es el soliloquio de Hamlet en el Acto 4, Escena 4