Cómo los antiguos burdeles domesticaban a las mujeres
Sentarse en un frasco es uno de los secretos de la formación de mujeres en los antiguos burdeles. La señora del burdel selecciona un tanque de agua según el tamaño de cada niña y las deja sentarse en el borde del tanque de agua. Al principio, tenía que sentarse al menos una hora todos los días. Posteriormente, con el paso del tiempo, el tanque de agua se hizo cada vez más grande. No fue hasta que la joven cumplió trece o catorce años que inicialmente dominó esta habilidad y luego la extendió a la habitación. Entrada superpuesta: El borde del tanque no es ancho. Si una persona quiere sentarse en él, no sólo debe mantener el equilibrio, sino también apretar las piernas para que todos los muslos y las nalgas queden apretados. Con el tiempo, los músculos de estas dos partes se volverán tensos y elásticos, por lo que el lugar se volverá grueso y complejo, como si hubiera capas de portales.