Reseñas de la película La vida de David Gale

Siempre hay una sensación de déjà vu en este género de rescatar a prisioneros injustos al borde de la muerte.

Aunque la actitud y el enfoque mostrados en esta película son obviamente ambiciosos, en comparación con muchas películas sobre la pena de muerte que han surgido en los últimos años, no aporta muchas ideas nuevas, ni es tan " "Dead Man Walking" se maneja con destreza, y Spacey contra Winslet no es tan tenso y lleno de chispas como Susan Sarandon contra Sean Penn.

Si hablamos específicamente del ángulo de la película, esta se centra en revelar el sistema de castigo judicial en Estados Unidos y plantear fuertes interrogantes sobre el sistema de pena de muerte.

Así que ésta no es una simple imitación de una película policíaca que busca la verdad, castiga el mal y promueve el bien, ni pretende complacer a la gente.

Su atención sigue centrada en la pena de muerte, intentando utilizar un caso extremo para provocar una reflexión sobre un sistema, un crimen y un castigo, el llamado autosacrificio y muchas otras cuestiones.

Sin embargo, la intención política que transmite la película es demasiado obvia y directa, e incluso parece sermoneadora.

Tejiendo capa por capa, construcción de la trama para revelar la verdad, creando una sensación de tensión temporal, estableciendo muchos puntos de suspenso y duda, y contrastando e interactuando con varios grupos de personajes con los que Parker está naturalmente muy familiarizado. estas técnicas.

Además, los párrafos se conectan a través de montajes desordenados, con algunos planos extraños y palabras como "dolor", "autosacrificio" y "honor" parpadeando en la pantalla. En general, esta película tiene una sensación de suspenso.

El sólido reparto de la película es un foco importante. David Gore es efectivamente una figura compleja con múltiples personalidades. Spacey siempre muestra sus magníficas dotes de actuación. Cada personaje que crea, por ordinario que sea, siempre está dotado de un encanto único, y esta vez no es la excepción.

Pero comparado con el excéntrico villano que interpretó, este papel no es tan deslumbrante. Laura Linney básicamente continuó su actuación en “La honestidad no tiene precio” e interpretó a la perfección la fuerza y ​​vulnerabilidad del trágico personaje de Constance.