La sensación Zen de sostener una flor y sonreír
El Buda sostuvo una flor y sonrió, provocando que todos los seres sintientes tuvieran varias conexiones mortales. Sin embargo, cuando sostuvo una flor y sonrió, todos sus pensamientos y pensamientos eran deseos humanos. Cada pensamiento aclara muchos agravios; cada pensamiento y deseo crea una conexión entre causa y efecto; cada pensamiento tiene agravios, cada sueño y cada momento de vigilia siempre tienen expectativas, y sólo unas pocas cosas se hacen realidad; Amor, nadie en el mundo puede retenerme; pensando en cruzar con la industria, recogí las flores y sonreí.
Cultivar el Zen de la vida y estar tranquilo y en paz a lo largo de los años, lo pienses o no, lo ames o no, son todas la reencarnación de causa y efecto. Tomen con calma los altibajos de todas las cosas y menosprecien el drama humano.
El cielo y la tierra, el sol y la luna existen para siempre, y todos los seres vivos se reencarnan sin cesar. Las montañas, los ríos y la luna brillante dan testimonio de quien va y viene. El dolor de un momento fugaz, cada vez que lo soporto en un sueño, queda vacío. La tristeza es tristeza, la alegría es alegría, tú eres tú y no eres tú.
Viendo la luz del peregrino como ese rayo de fe, dijo que la reencarnación es como atravesar las cuatro estaciones con gracia, sin necesidad de lamentación y desesperación, la vida y la muerte es como mudarse a un jardín en Moshang; y no hay necesidad de miedo ni de soledad. Los años que te depara el destino siempre pueden diluir todo éxtasis. Y tu encantadora sonrisa llena el mundo de amor.
El Buda sostiene la flor y sonríe, con la intención de transmitir su compasión a través de tu corazón y hacer desaparecer las preocupaciones sin nombre de tu corazón. Aunque la historia de tu vida está llena de giros y vueltas, solo dura. cien años. Sólo hay un momento entre el cielo y la tierra. En el momento presente, el alma todavía está despierta.
El Zen es el destino de todo tipo de obsesiones. Aclara los sentimientos de percepción y calma todo origen de mente y estado. Cuando surge el estado de Zen, los pensamientos son irrelevantes, un pensamiento desaparece y el otro desaparece, un deseo viene tras otro, la impermanencia está presente y estás contento contigo mismo.