Ya no tengo ganas de aprender.
Si no quieres estudiar, piénsalo primero, ¿cuál es tu origen familiar? Si no estudias ni trabajas, ¿pueden tus padres ser lo suficientemente ricos como para mantenerte por el resto de tu vida y también para mantener a tu futura esposa/esposo? (La premisa es que una mujer/hombre está dispuesto a casarse contigo)
Si la respuesta es sí, entonces no necesitas seguir leyendo.
Si la respuesta es no, ¿puedes recordar a qué has jugado en los últimos años en teléfonos móviles y juegos?
1. ¿He leído cientos de novelas al azar y ahora ni siquiera puedo recordar el nombre de ninguna de ellas?
2. Jugué docenas de minijuegos móviles y establecí un récord muy alto, pero ¿por qué usas esos récords? ¿Demostrar que tus dedos están intactos? ¿Eres muy flexible? ¿Tu coeficiente intelectual es muy impresionante?
3. ¿Has navegado por QQ Zone o Renren innumerables veces y has visto las historias de mierda de innumerables amigos que hacen caca y orinan todos los días, pero también quieres actualizarlas en línea? ¿Sabes cuando hicieron algo estúpido? Además, hay un amigo que vuelve a estar enamorado. Antes de que puedas actualizar su estado, se vuelve a enamorar.
La vida de todos en este mundo cambia todo el tiempo. No hay forma ni necesidad de que dejes que sus pequeños estados de ánimo llenen tu vida todos los días. Tu vida te pertenece.
Jugar con teléfonos móviles a veces es solo un escape subconsciente, porque mientras sostengas tu teléfono móvil, tienes una razón para no estudiar. No te resististe, o en otras palabras, mostraste resistencia, pero en realidad había una especie de inercia en tu corazón. No rechazaste el teléfono móvil, pero estabas ansioso por jugar con él. Creo que entiendes si tiene algún sentido jugar con teléfonos móviles.
Lo que haces ahora tiene sentido. Creo que lo entiendes. No te arriesgues. En este mundo, aquellos que no son la segunda generación de ricos o la segunda generación de funcionarios deben confiar en el tiempo y la energía invertidos en aprender a igualar la distancia perdida en la línea de salida. Si simplemente aceptas tu destino, eres más inútil que alguien que trabaja duro pero aun así pierde.