Doblaje de la jungla alemán y soviético

El 17 de julio de 1942, la Unión Soviética y Alemania entraron en guerra en Stalingrado. La vanguardia del Sexto Ejército alemán se enfrentó a los elementos de avanzada del 62.º Ejército y del 64.º Ejército del Frente Soviético de Stalingrado en los ríos Chil y Zimla, en el gran recodo del río Don. Con la cooperación del 8.º Ejército del Grupo de la Fuerza Aérea, el destacamento de avanzada soviético opuso una tenaz resistencia. El ejército alemán se vio obligado a pasar 6 días y noches con 5 divisiones antes de derrotar finalmente al 62.º y 64.º ejército soviético el 22 de julio. Se desplegaron áreas de defensa en la frontera del grupo. La tenaz resistencia de las unidades de avanzada soviéticas eliminó lo repentino del asalto alemán a las principales áreas defensivas soviéticas.

La resistencia soviética en la zona segura obligó a los alemanes a reforzar su VI Ejército. El 22 de julio, el ejército del grupo tenía 18 divisiones y la comparación de fuerzas entre los dos bandos era más favorable para el ejército alemán. A excepción de la artillería, el ejército alemán tenía una ventaja en todas las demás comparaciones: proporción de personal de 1,2:1, proporción de tanques de 2:1 y proporción de aviones de 3,6:1. El ejército alemán intentó llevar a cabo un asalto envolvente en los flancos de los ejércitos 62 y 64 soviéticos, llegar a Karachi y luego correr hacia el río Volga por la ruta más corta para capturar Stalingrado. Por esta razón, la fuerza principal del Sexto Ejército alemán estaba formada por el Grupo de Asalto Norte y el Grupo de Asalto Sur.

El 23 de julio, un gran número de tanques e infantería alemanes, apoyados por una potente aviación, rompieron las defensas del ala derecha del 62.º ejército soviético. Después de un estudio detallado de los resultados de la ofensiva alemana en el flanco sur del frente soviético-alemán, el Mando Supremo soviético creyó que la dirección de Stalingrado estaba en peligro. Esa noche, Stalin se puso en contacto mediante telegrama con el Consejo Militar del Frente de Stalingrado. El comandante del ejército, el teniente general Goldov, informó que 65.438+050 tanques alemanes entraron en batalla, de los cuales 35 fueron destruidos, pero el enemigo no dejó de avanzar. El ejército alemán seguía avanzando rápidamente hacia Stalingrado.