Síndrome de Estocolmo

La redención de Shawshank y el síndrome de Estocolmo: ¡tú y yo estamos enfermos!

Categoría predeterminada 2008-12-05 16:24 Leer 3 Comentarios 0 Tamaño de fuente: Síndrome de Estocolmo (Síndrome de Estocolmo), Efecto Estocolmo (Efecto Estocolmo), también conocido como síndrome de Estocolmo o complejo de rehenes o síndrome de rehenes, Se refiere a un complejo en el que la víctima de un delito desarrolla sentimientos por el agresor e incluso ayuda a éste a su vez. Esta emoción lleva a la víctima a desarrollar sentimientos por el agresor, a volverse dependiente de él e incluso a ayudarlo.

El 23 de agosto de 1973, dos delincuentes con antecedentes penales, Olsson y Olofsson, tomaron como rehenes a cuatro empleados bancarios tras un intento fallido de robar el banco más grande de Estocolmo, Suecia. El enfrentamiento de 130 horas entre la policía y los mafiosos terminó porque los mafiosos se dieron por vencidos. Sin embargo, meses después del incidente, los cuatro empleados del banco secuestrados todavía expresaron su simpatía por sus captores. Se negaron a presentar cargos contra los secuestradores ante los tribunales e incluso recaudaron fondos para su defensa legal. Todos demostraron que no odiaban a los mafiosos, expresaron su gratitud a los mafiosos por cuidarlos en lugar de hacerles daño y adoptaron una actitud hostil hacia la policía. Además, Christian, una empleada entre los rehenes, se enamoró del ladrón Olson y se comprometió con él mientras cumplía su condena.

Los dos ladrones mantuvieron como rehenes durante seis días, tiempo durante el cual amenazaron las vidas de los prisioneros pero en ocasiones mostraron amabilidad. En un cambio psicológico inesperado, los cuatro rehenes resistieron los eventuales esfuerzos del gobierno por liberarlos. El incidente ha llamado la atención de los científicos sociales, que quieren saber si esta combinación de emociones entre secuestrador y secuestrado es un caso especial del atraco al banco de Estocolmo, o si esta combinación de emociones representa una reacción psicológica general. Estudios posteriores demostraron que este evento, que los investigadores llaman "síndrome de Estocolmo", es sorprendentemente común. Cualquiera puede tener síndrome de Estocolmo si:

El número 1 es hacerle sentir realmente que su vida está amenazada y hacerle sentir que todavía no está seguro de si sucederá. Bueno, creo que este hombre violento lo haría en cualquier momento sin dudarlo.

En segundo lugar, esta persona violenta definitivamente te dará un pequeño favor, la condición más crítica. Como darte agua en diversas situaciones desesperadas.

En tercer lugar, a excepción de la información y los pensamientos que él controla sobre usted, no se le permite obtener ninguna otra información, la cual está completamente aislada.

En cuarto lugar, te hace sentir que no hay salida.

Con estas cuatro condiciones, las personas tendrán síndrome de Estocolmo.

En cierto sentido, la formación del síndrome de Estocolmo también pasa por la institucionalización. La "institucionalización" es un concepto importante en la famosa película "The Shawshank Redemption". Prisoner Red (interpretado por Morgan Freeman) habla de "institucionalización": "Al principio la odias (la prisión), luego te acostumbras y, después de un tiempo, empiezas a confiar en ella. Esto es institucionalización".

El símbolo institucional en esta película es el bibliotecario de la prisión Lao Bu. Estuvo encarcelado en la prisión de Shawshank durante 50 años, lo que casi consumió su vida. Sin embargo, cuando supo que estaba a punto de salir de prisión, no se llenó de alegría, sino que enfrentó un colapso mental porque no podía salir de esta prisión.

Por ello, Lao Bu no dudó en matar con un cuchillo para poder seguir cumpliendo su condena en prisión. Se enamoró de la cárcel que lo privó de su libertad, por lo que tras salir de prisión finalmente optó por suicidarse. Mark pasó a formar parte del entorno una vez que se separó del entorno original, todo perdió su significado.

De hecho, cada uno de nosotros, los chinos, padecemos el síndrome de Estocolmo en cierta medida, ¡ya sea en educación o política! Se trata más bien de un síntoma crónico o, más gravemente, del "síndrome de Estocolmo masivo".

¡Estamos siendo "institucionalizados" todo el tiempo!