Todos somos chicos malos. ¿Qué pasó al final con Meng Fei y Yaoyao?
Introducción a "Todos somos chicos malos": quiero utilizar este libro para conmemorar mi juventud perdida. Los hermanos que habían estado juntos durante mucho tiempo ahora estaban muy separados. ¡Algunos se casan y tienen hijos! ¡Algunos se sientan en el último piso de la prisión! ¡Algunas personas van al infierno! El autor describe esa época absurda y de juventud inquieta desde la primera perspectiva.
Aspectos destacados:
¡Mi nombre es Meng Fei, hombre, 18 años! Nacidos bajo la bandera roja y criados en la Nueva China, algunas personas alguna vez dijeron que éramos la generación beat. Estoy de acuerdo con esta afirmación, porque cada vez que recibo mi boleta de calificaciones puedo decirles con orgullo a mis padres: "¡Somos la generación beat! ¡Si tenemos malas calificaciones, tiene absolutamente sentido! Por supuesto, me esforzaré por sacarlas". Mis calificaciones justo antes del próximo examen." ¡Mejoré a dos dígitos!"
Aunque mis calificaciones son muy malas, soy muy feliz y amo la vida. Vaya a la escuela a tiempo todos los días, nunca falte a clases y nunca salga temprano. Mi maestro de clase dijo una vez en clase: "Estudiantes que leen libros electrónicos, ¿pueden imitar a Meng Fei? Vean cuán regulares son sus vidas y nunca molesten a otros estudiantes. Ejem ... Meng Fei, ¡por favor no ronque!"
Por supuesto, no tengo otras aficiones. Mi mayor característica es mi voluntad de estudiar mujeres hermosas. Llevo muchos años en este negocio y mis habilidades son insondables. Una vez escribí un poema para mí describiendo mis maravillosas expectativas.
¡Temperamento noble y estilismo perfecto!
La perra gritó: ¡Viva Phineas!
Con mis incansables esfuerzos, finalmente terminé mi vida de soltera y le di la bienvenida a mi primer amor. Todo el mundo dice que el primer amor es hermoso, ácido y astringente, como una flor abierta, que llena a las personas de maravillosos recuerdos.
Pero mi primer amor también se puede describir como una flor, pero es un crisantemo.
¡Escoria de crisantemo, cubierta de cicatrices!