Leyendas sobre el fuego
De esta manera, poco a poco el hombre aprendió a utilizar el fuego para calentarse, iluminar, asar alimentos y ahuyentar a los animales salvajes. Las primeras personas del mundo que utilizaron el fuego fueron Yuanmou Man en China, que vivió hace unos 6,54387 millones de años. En 1965, varios jóvenes geólogos descubrieron los fósiles de este hombre-mono y la gran cantidad de restos de carbono que quedaron tras su quema en el condado de Yuanmou, en el norte de la provincia de Yunnan. Cuando los pueblos primitivos utilizaron el fuego, gradualmente aprendieron a conservarlo. Hace 500.000 años, la gente de Beijing tenía la capacidad de controlar el fuego y preservarlo.
Los humanos comenzaron a hacer fuego en el Paleolítico Medio. Al fabricar herramientas de piedra, las piedras chocan entre sí, generando a menudo chispas. Una, dos, mil veces nadie se dio cuenta. De vez en cuando alguien golpea un pedernal con pirita o hematita y caen chispas sobre las hojas muertas y se encienden. Inspirados, la gente encontró las mismas piedras, las probaron una y otra vez y finalmente aprendieron a hacer fuego golpeándolas. Al final del Paleolítico, el hombre descubrió que se podía hacer fuego frotando dos trozos de madera entre sí. Esto hace que el uso del fuego sea más conveniente y generalizado. En el proceso de conquista de la naturaleza, los seres humanos convirtieron los mitos en realidad. No tuvieron que pasar por dificultades y sacrificar sus vidas para robar el fuego como Prometeo.
La creación del fuego es un gran invento, y Engels lo consideró como "el comienzo de la historia humana".
Prometeo
Prometeo (griego antiguo: ∏ροθε?), en la mitología griega, es uno de los dioses de los Titanes. Su nombre significa "previsión". Hija de la madre tierra Gaia y su padre Urano, e hijo de Temis y Jápeto. Prometeo enseñó mucho a la humanidad. Zeus prohibió a la gente usar fuego, por lo que ayudó a la gente a robar fuego del Olimpo, lo que enfureció a Zeus. Zeus lo encerró en un acantilado en las montañas del Cáucaso y envió un águila a comer su hígado todos los días para que éste pudiera volver a crecer todos los días. Miles de años después, Hércules llegó al acantilado para encontrar manzanas doradas, mató a tiros al águila malvada y reemplazó a Prometeo con Quirón en la constelación de Centauri. Pero siempre debe llevar un anillo de hierro con piedras en las montañas del Cáucaso.