Interesante ensayo sobre el aula 80
La competición ha comenzado. En la tercera ronda, parece que son un par de "canguros" de similar tamaño e igual fuerza. Pero sigo prefiriendo un canguro un poco más grande.
No, vi un pequeño "canguro" tomando la delantera. El gran canguro fue abrumado por el impulso agresivo del oponente y perdió consecutivamente. De repente, el salón de clases hervía con algunos aplausos para el canguro grande y algunos gritos para el canguro pequeño. Justo cuando el gran canguro estaba a punto de ser empujado por encima del muro, no pude evitar gritar: ¡El gran canguro debe resistir! En este momento crítico, el gran "canguro" quedó atónito, dio la vuelta al podio ingeniosamente y salvó el día.
En un instante, se produjo un cambio dramático. El canguro grande lanzó un ataque violento, empujando al canguro pequeño hacia la puerta principal del salón de clases una y otra vez. En ese momento, vítores y risas estallaron uno tras otro en el aula, una ola tras otra. La cara del ualabí se puso roja y permaneció allí. Pero el canguro grande volaba, persiguiendo la victoria, empujando al canguro pequeño con tanta fuerza que el cartón se cayó. Me conmovió profundamente el espíritu indomable del canguro.
Aunque el juego ha terminado, las risas de los alumnos aún resuenan en el aula durante mucho tiempo...