Hay una película extranjera en la que la heroína es una estrella. El héroe se encuentra con ella en una librería y luego tiene relaciones sexuales en su casa.
El gentil y bondadoso William Thacker (Hugh Grant) vive en Notting Hill, al oeste de Londres, y es dueño de una librería de viajes con un negocio sombrío. Debido a que el negocio no iba muy bien, tuvo que compartir una habitación con un extraño y desordenado camino cerca de la librería. Desde el divorcio, su vida amorosa ha estado en blanco.
Anna Scott (Julia Roberts) es una estrella de cine estadounidense. Sus fotografías aparecieron en las portadas de varias revistas y cada uno de sus movimientos atrajo la atención mundial. Un miércoles discreto, Anna entró en la librería de William. Su elegante postura dejó una profunda primera impresión en William y, al mismo tiempo, se dio cuenta de que esta elegante dama era la conocida actriz de Hollywood Anna. Poco después de que Anna saliera de la librería, William volvió a encontrarse con Anna cuando regresaba para comprar bebidas para sus colegas. Accidentalmente derramó su bebida sobre Anna. Sintiéndose culpable, William invitó a Anna a su casa para limpiar la ropa, pero no esperaba enamorarse de una celebridad y fingir ser reportera para salir con Anna. Pronto se enamoraron, pero su dulce vida se vio repentinamente arruinada por un periodista que descubrió el incidente. Los medios presionaron a Anna para que tomara una decisión y los dos se pelearon. Los dos comenzaron un viaje amoroso parecido a un cuento de hadas con una enorme brecha de identidad.