Cine mudo del cine chileno
En la década de 1920 el cine mudo chileno entró en un período de prosperidad, produciendo algunas películas que fueron elogiadas por el público y la crítica, como "La llamada del mar" (1924) dirigida por P. Sienna en 1925. La Feria Internacional de La Paz obtuvo medalla de oro y certificado de honor. "La muerte del húsar" (1925), que escribió, dirigió y actuó, describe la lucha de los patriotas chilenos por la independencia de Chile. Dado que Sienna fue una vez un conocido actor de teatro, su carrera como estrella de cine ha despertado hasta cierto punto el entusiasmo del público por las películas. Además, "La calle de los sueños" (1929) de J. Delano ganó un premio en la Exposición Internacional celebrada en Sevilla, España. Entre los directores más destacados de este período se encuentran C. Bokoske, J.P. Berrocar, etc. Las películas de este período fueron principalmente películas históricas, comedias y películas literarias adaptadas de novelas.
A principios de la década de 1930, debido al impacto de la crisis económica en Estados Unidos, la producción cinematográfica chilena quedó paralizada luego de que se filmara la última película muda "Patrulla" en 1931.