Cuanto más sádicas sean las novelas románticas antiguas, la heroína no debe ser blanca, ni demasiado fuerte, ni debe viajar en el tiempo ni parecerse a un palacio. Por favor preséntalo brevemente, ¡gracias!
Cuando Yaochi lo conoció, ella era un hada, pero se coló y se convirtió en un pequeño insecto que yacía en el árbol, pero fue derribado por el viento en su lámpara de vino. "¿Te caíste accidentalmente?" Su sonrisa era fría y compasiva. Esta fue la única vez que la vio en su vida, pero fue solo un error. Durante aproximadamente un año, hice lo mejor que pude para poder llamarlo "Maestro" algún día. "Maestro, ¿por qué me aceptó como su discípulo?" Él no dijo nada, solo le entregó la campana del palacio y le acarició la cabeza. La perfecta figura blanca en el cielo se encuentra sobre la piedra expuesta del templo Jueqing todos los días, con vistas al mundo entero. Ella juró no volver a dejarlo solo nunca más. Sin embargo, los días y las noches en el tosco templo, juntos en silencio, finalmente llegaron a su fin. Para salvarlo, ella cometió un gran error. Sin embargo... "El mal está mal." Él permaneció indiferente. Ochenta y un clavos que roban almas y una espada de luto en alto. Cuando la espada se rompe, la persona también se rompe...
2. Aún recuerdo a ese increíble fotógrafo: Feng Xuewu
Debajo del triste puente, las olas primaverales son verdes, Una vez fue una foto impresionante. La inesperada fuga de su hermana del matrimonio no le dejó otra opción que casarse en el cielo. Desde que estuvo sola en la cámara nupcial hasta que supo que su marido era inolvidable, permaneció indiferente. Casarse con un príncipe está destinado a no tener nada que ver con el amor. Lo único que le importaba era mantener a su familia a salvo. Ella lo acompañó paso a paso y ganó el mundo. Ella lo miró y cuanto más sonreía, más fríos se volvían sus ojos. Nunca pensé que algún día todo en lo que creía sería destruido por sus propias manos. Palabras clave del protagonista: Nan Chengyao, Murong Qing, Ning Yuqiang