Las mejores lecturas de nuestra novela Peanuts.
Lava la olla rápidamente, ponla en la estufa de gas, calienta la olla al fuego, vierte medio kilo de aceite de cocina, luego agrega maní y baja el fuego. Después de verter los cacahuetes en la olla, sigue sacándolos para que se puedan freír uniformemente y no se quemen fácilmente. Para los inexpertos, la clave para freír maní es utilizar aceite frío. La temperatura del aceite sube lentamente y los cacahuetes se cocinan lentamente, pero no quedan pegajosos ni crujientes. Finalmente, cuando los cacahuetes estén fríos, espolvoréalos con sal. Debido a que los maníes todavía están calientes en este momento, si no los revuelves, es posible que se atasquen en el recipiente. Cuando no estén muy calientes podemos añadir una cantidad adecuada de sal y remover uniformemente, así tendrá mejor sabor.
Echar el arroz crudo en la olla, poner los cacahuetes en una olla fría y enfriarlos con aceite frío, luego calentarlos lentamente y sofreírlos a fuego lento. Cuando el color no cambie y la textura esté crujiente ya estará listo para servir. Sin embargo, no todos los cacahuetes explotan. Sólo aparecen una docena de cacahuetes, el resto no. Pero sólo el estallido de los cacahuetes es suficiente para recordarte que ¡están a punto de explotar!