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Se acabó
Autor: Wei Yi
Capítulo 1 El misterioso reloj de arena p >
Hora de actualización 2011-7-7 11:45:40 Número de palabras: 3004
El viento es hermoso, el cielo está despejado, la brisa sopla y hay capas de ondas en el agua. Los brillantes y violentos días de verano son extremadamente irritantes.
Un niño de unos diecisiete o dieciocho años estaba cubierto con equipo pirata. Las mangas cortas de la parte superior de su cuerpo estaban brillantemente bordadas con la palabra Adidas, los pantalones cortos tenían el logo de Li Ning e incluso un. El par de zapatillas eran de Nike. Cuando la gente de repente mira hacia arriba, no puede evitar quedarse atónito: "Confío en los ricos ..." Pero después de mirar detenidamente por un tiempo, mostrarán desdén, la piratería es vergonzosa...
El niño caminó por el camino frustrado, pensando en la mirada desdeñosa en los ojos de su director hoy, no pudo evitar sentirse incómodo. Hay dignidad en no tener un trasero durante diez mil años. Aunque el joven no quería discutir con el llamado maestro de la clase, sus ojos estaban... con el maestro de la clase...
"Oh...sigue tu propio camino y ¡Que lo digan otros!" El joven respiró hondo, pateé y caminé por el camino.
"Bang..." El niño jadeó, su rostro se torció y se inclinó para mirar hacia abajo. Golpeó algo. El joven estuvo a punto de maldecir, pero de repente pensó: ¡somos gente civilizada y debemos tener calidad! Sin embargo, el niño no soltó nada que estuviera en estrecho contacto con su pie derecho. Caminando hacia la cosa, resultó ser un reloj de arena. El niño lo recogió, echó un vistazo y descubrió que el reloj de arena estaba intacto y como nuevo. El niño pensó que no tenía esto en casa, así que lo recuperó.
El joven regresó a su casa, guardó silencio, cenó y entró en su habitación. Incluso sus padres estaban desconcertados, pero prefirieron permanecer en silencio. Después de que el niño llegó a su habitación, se duchó, se acostó en la cama, miró fijamente al techo, suspiró, tomó el mango del reloj de arena que recogió hoy y jugó con él.
"¿Eh? Hay palabras en él~" El niño vio el reloj de arena...