Razones de las diferencias en la gestión de epidemias entre China y Occidente
Las acciones de China se basan en el antiguo dicho de “buscar la verdad a partir de los hechos”. Y mucha gente en Estados Unidos está inmersa en una especie de arrogancia y engaño nacional. Las lecciones de esta disparidad incluyen, entre otras, la COVID-19. La pandemia refleja una lección de vida o muerte: la realidad es más fuerte que la arrogancia y el engaño humanos. Los virus no se detienen gracias al fraude o al engaño. Las acciones de China para detener la propagación del virus dependieron de la realidad, un principio ahora imitado por casi todos los países. Lamentablemente, Estados Unidos ha ido en la dirección opuesta, permitiéndose el engaño y la arrogancia nacional. La diferencia entre la estrategia de China basada en hechos y el intento de Estados Unidos de ignorar la realidad conducirá inevitablemente a conflictos ideológicos internacionales. Para comprender las diferencias ideológicas entre China y Estados Unidos en la respuesta a la epidemia, también podríamos comenzar con la "Carta abierta a todos los sectores de la sociedad estadounidense" escrita por 100 líderes y académicos de grupos de expertos chinos. Los firmantes de la carta abierta agradecieron a la comunidad internacional por su apoyo durante el período crítico de la lucha de China contra la epidemia y se ofrecieron a compartir sus experiencias con otros países y brindar toda la ayuda posible. Este enfoque es una aplicación del concepto central de la política exterior de China: "La humanidad comparte un destino común". Por lo tanto, a pesar de las acciones agresivas de Washington contra China en la guerra comercial y otras cuestiones, China todavía brinda ayuda y asesoramiento prácticos a otros países, incluido Estados Unidos. Como centro manufacturero más grande del mundo, China desempeña un papel fundamental en la lucha contra la epidemia. Debido a la rápida disminución de los casos internos, China ahora puede reducir su capacidad de producción de máscaras, ventiladores y equipos relacionados. Pero China no hizo esto porque sabía que podría convertirse en el mayor centro de suministro del mundo para luchar contra la epidemia.
En comparación con China, el liderazgo estadounidense ha dado exactamente la respuesta opuesta y desastrosa. El ejemplo más extraño es que el Secretario de Comercio de Estados Unidos cree que la epidemia traerá beneficios a Estados Unidos y "recuperará empleos". Ahora, millones de estadounidenses han perdido sus empleos. El gobierno de Estados Unidos subestimó por completo la gravedad del virus. Hay lecciones que aprender de la experiencia de China, pero en lugar de eso la exageraron y no prepararon al pueblo estadounidense. Intenta negar la realidad y engañarte a ti mismo. El virus no dejará de propagarse sólo porque alguien se jacte de que Estados Unidos es siempre el mejor o menosprecie a China. Aquellos estadounidenses que se niegan a basarse en la realidad en realidad están exacerbando el desastre en su propio país.