¿Cuál es la historia de Ícaro volando hacia el cielo?
Estos mitos sobre el vuelo no sólo circularon en la antigua China, sino que también hubo muchos mitos y leyendas similares en países extranjeros.
Existe un mito en la antigua Grecia: Antes del año 1200 d.C., hubo un ingenioso arquitecto Dédalo que utilizó hachas, sierras, taladros y pegamento para construir palacios y veleros. Posteriormente, fue acusado falsamente de traición y exiliado de Atenas a la isla mediterránea de Creta. En la isla de Creta, Dédalo construyó un laberinto con la esperanza de atrapar un monstruo con cabeza y cuerpo de toro. Este incidente ofendió al rey de Creta, quien lo encarceló a él y a su hijo Ícaro en un laberinto que él mismo construyó. El padre y el hijo querían abandonar este miserable lugar y regresar a su ciudad natal. Pero el rey les impidió regresar a casa y sin su orden era imposible conseguir barcos. Un día, Dédalo vio gansos salvajes volando hacia el sur y tuvo una idea. Recogió muchas plumas de aves marinas, las fijó con enredaderas y cera y se hizo alas. También hizo un par de alas para su hijo Ícaro. Se sujetaron las alas a la espalda y despegaron, saliendo de la prisión y volando sobre el océano. Como su hijo Ícaro era joven y curioso, ignoró el consejo de su padre y voló cada vez más alto hasta acercarse al sol.
Finalmente sucedió lo desafortunado: la alta temperatura del sol derritió la cera de las alas, las alas hechas de plumas se extendieron, y el valiente joven cayó al océano, y su alma desapareció. Dédalo estaba tan triste que tuvo que volar solo a Sicilia y pasar los años que le quedaban. Más tarde, para conmemorar a este valiente joven, la gente llamó a esta zona marítima Mar de Ícaro.