¿Tener una buena relación con tu padre realmente afectará tu vida futura?
A las hijas, su padre les permitirá aprender patrones de comportamiento femenino y poseer características de género masculinas, haciéndolas andróginas, permitiéndoles ser fuertes y suaves, y convertirse en mujeres en la nueva era. Los padres juegan un papel muy importante y especial en nuestro crecimiento. Por tanto, que nuestra relación con nuestro padre sea buena o no afectará en gran medida al desarrollo de nuestro carácter y determinará en gran medida si tenemos éxito. Discutimos su impacto en el desarrollo individual desde las dos dimensiones de género y relaciones. Relación padre-hijo Hay muchas familias donde la relación entre padre e hijo no es buena. La razón más probable es que el padre es muy autoritario con su hijo. Un estilo de crianza autoritario puede conducir a la alienación y crear una atmósfera familiar silenciosa y represiva. También puede suprimir los pensamientos de los niños y matar su creatividad. Los niños en este tipo de entorno familiar pueden vivir con miedo y su comportamiento a menudo no proviene del corazón, sino que se ve obligado a obedecer. En este caso, la relación entre padre e hijo se irá distanciando cada vez más hasta que el niño llegue a la adolescencia.
Por un lado, están cerca de la madurez física y, por otro, su autoconciencia se desarrolla rápidamente, lo que puede conducir a una psicología rebelde. Anhelan convertirse en adultos y quieren ser reconocidos por todos. Al mismo tiempo, miran todo lo que les rodea con hostilidad y piensan que los demás siempre se están juzgando a sí mismos. Por tanto, se ven afectados por factores fisiológicos, psicológicos y la mala relación padre-hijo, y muchas veces tienen conflictos gravísimos con sus padres, e incluso tienen pensamientos extremos como huir de casa y suicidarse. Si la relación entre padre e hijo no es buena, sumado a una psicología rebelde, el niño hará cosas que van en contra de los requisitos de su padre. Por tanto, en el caso de los niños, si la relación padre-hijo no es buena, puede derivar en agresividad, baja autoestima, depresión y pensamientos y conductas extremas, que sin duda tendrán un gran impacto adverso en su desarrollo.
Como se mencionó al principio del artículo, una buena relación padre-hijo muchas veces significa armonía en toda la familia. Al mismo tiempo, el padre puede transmitir su experiencia de vida a su hijo sin ningún obstáculo, de modo que éste pueda evitar desvíos. Los padres enseñarán a sus hijos muchos rasgos de personalidad valiosos: que no se desanimen cuando encuentren dificultades y reveses y que enfrenten dificultades; que no sean indecisos al enfrentar decisiones importantes en la vida, que no se atrevan a correr riesgos y que persigan sus ideales. En resumen, si la relación entre padre e hijo es buena, el niño interiorizará la actitud de su padre hacia las personas y las cosas, completará con éxito la sexualización, se integrará en las características del género masculino, ganará identidad propia y guiará así su propio comportamiento. Relación padre-hija La relación de una niña con su padre suele ser mucho más fácil que una relación padre-hijo, porque para muchos padres, pueden ser muy estrictos con sus hijos pero no pueden mostrar mucho comportamiento agresivo hacia sus hijas. Así que las agresiones físicas y las agresiones verbales serán mucho menos frecuentes y ni siquiera aparecerán.
Sin embargo, también hay algunas familias donde la relación entre padre e hija no es buena. En esta familia, el padre a menudo insiste en salirse con la suya y no respeta los puntos de vista ni las opiniones de su hija. Con el tiempo, la relación entre padre e hija se distancia y su sentido de identificación entre ellos disminuye. En este tipo de familia, las hijas generalmente dependen de sus madres y son muy exigentes con sus padres. Su orientación sexual tiende a ser femenina y carecen de muchas características masculinas, como voces suaves, poca capacidad para resolver problemas y menos parejas del sexo opuesto. Cuando crezcan, su experiencia social puede ser pobre y pueden tener dificultades para adaptarse a la sociedad debido a una relación débil con su padre, quien puede no confiar en su hija. Por el contrario, en el caso de las niñas con una buena relación padre-hija, la madre suele tomar la iniciativa y el padre desempeña el papel de gentil cuidador. En general son alegres, vivaces y sociables, lo que sin duda repercutirá positivamente en sus relaciones interpersonales. La relación entre una persona y su padre afectará en gran medida su desarrollo. En una familia, el padre debe hacer todo lo posible por mantener la relación con sus hijos y hacer todo lo posible por transmitir a sus hijos las características de su personalidad masculina y su experiencia social.