¿Qué significa no molestarse en discutir?
Ser desdeñoso significa tener una actitud despectiva o despectiva hacia alguien o algo, y pensar que no vale la pena gastar tiempo ni energía en debatir o discutir.
El desprecio es una emoción y actitud negativa que supone tener una actitud desdeñosa ante un determinado argumento, debate o punto de vista. Cuando pensamos que el punto de vista de la otra persona es ridículo, sin sentido o no digno de ser tomado en serio, podemos optar por no discutir. Esta actitud demuestra que no estamos de acuerdo con los puntos de vista o comportamientos de la otra parte y creemos que no hay necesidad de perder tiempo y energía discutiendo o discutiendo con ellos.
El desdén por discutir puede deberse a que, en primer lugar, pensamos que los puntos de vista o argumentos de la otra parte son ilógicos, insostenibles o carecen de fundamento fáctico; en segundo lugar, que sentimos que discutir con la otra parte no tiene sentido y no podemos; cambiar los puntos de vista u opiniones de la otra parte, por lo que sentimos que no tiene sentido discutir con la otra parte. El tercero es que desconfiamos o dudamos de la calidad, moralidad o capacidad de la otra parte, y por lo tanto la descartamos.
Aunque el desdén puede estar justificado en algunos casos, también debemos ser conscientes de sus potenciales problemas. Si somos demasiado engreídos u obstinados, podemos ignorar las perspectivas y opiniones de otras personas, perdiendo oportunidades de comprender y comunicarnos. Además, si optamos por no discutir en situaciones públicas o durante procesos importantes de toma de decisiones, podemos dejar la impresión de irresponsabilidad o indiferencia a los demás.
Aplicación y reflejo del desdén
El desprecio puede justificarse en determinadas circunstancias, especialmente cuando las opiniones o argumentos de la otra parte son obviamente absurdos, sin sentido o carentes de lógica. En este momento podemos optar por no participar en la discusión y evitar perder tiempo y energía. El desdén también puede reflejar posturas y valores personales. Cuando tenemos una opinión negativa sobre las opiniones, el comportamiento o los antecedentes de otra persona, podemos optar por negarnos a comentar, expresando nuestra desaprobación o falta de respeto por la otra persona.
Incluso si decidimos no discutir, debemos respetar la libertad de expresión y los derechos de expresión de los demás. Esto significa que no debemos atacarnos, calumniarnos o humillarnos directamente unos a otros, sino respetar la personalidad y las opiniones de cada uno y mantener una comunicación e intercambios adecuados. Una actitud desdeñosa exige también una reflexión sobre los propios prejuicios y actitudes testarudas.