Introducción a "Robinson Crusoe"
El joven Robinson estaba incómodo con su cómoda vida, anhelaba aventuras y desafíos, y estaba decidido a hacerse a la mar. Ha salido de casa tres veces y ha viajado por toda Sudamérica. Sin embargo, cuando se despidió de su familia y zarpó por cuarta vez, el barco se encontró con una tormenta en el camino. En ese momento, todos sus compañeros del barco murieron y nadie sobrevivió. Sólo Robinson sobrevivió y se fue a la deriva solo hacia una isla desierta. Transportó ropa, comida, armas y municiones desde el barco a la orilla, instaló una tienda de campaña en la ladera y se instaló. Usó herramientas simples para hacer mesas, sillas y bancos, cazaba y bebía agua fresca. De esta manera superó las dificultades iniciales.
Más tarde, comenzó a plantar cebada y arroz en la isla, capturar y domesticar cabras monteses, dejarlas criar, construir "casas de campo", granjas, etc. y vivió sola en la isla durante 15 años. Un día, 15 años después, en esta isla desierta, encontró huellas en la costa, y pronto encontró rastros de huesos humanos y fuego. Esto lo asombró tanto que se mantuvo alerta y prestó atención a su entorno.
Esta situación continuó hasta el año 24, cuando un grupo de salvajes llegó a la isla y se llevaron a los salvajes cautivos que habían sido sacrificados y preparados para ser sacrificados y comidos. Robinson lo pensó dos veces y dio a luz a un prisionero, el leal sirviente y amigo de Robinson: ¡"Viernes"! Más tarde, salva a un español y al padre de Friday. Por casualidad, estalló una rebelión fiscal en un barco británico anclado cerca de la isla Robinson y "Friday" ayudó al capitán a sofocar la rebelión, recapturó el barco, dejó a los marineros en la isla y se fue con "Friday" y el capitán. Después de vivir en una isla desierta durante 28 años, regresó a Inglaterra para casarse y tener hijos.
Robinson nos dice que incluso en situaciones desesperadas, debemos buscar el lado bueno de nosotros mismos y permanecer siempre optimistas y entusiasmados con la vida.