¿Qué queda y qué está bien? ¿Hay centristas?
Los términos “izquierda” y “derecha” nacieron en la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII.
El 17 de julio de 1789, la Bastilla en Francia fue tomada y los representantes del tercer estado tomaron el poder. Sin embargo, debido a diferentes necesidades de intereses de clase, el campo revolucionario se dividió. En la Asamblea Constituyente celebrada en 1791, comenzaron feroces luchas entre miembros del clero de primera clase y la nobleza de segunda clase y miembros de la burguesía de tercera clase, civiles urbanos, trabajadores y campesinos. Mirabeau y su grupo, que representaban los intereses de la gran burguesía, sólo exigieron ciertas reformas del antiguo sistema y se opusieron al derrocamiento total del sistema feudal y a la revolución de Robles, que representaba a la clase baja del tercer estado, los jacobinos. Peel y otros estaban descontentos con el gobierno de la monarquía constitucional y exigieron que la revolución continuara avanzando, formando así dos facciones. En aquel entonces, los diputados que apoyaban las medidas revolucionarias ocupaban los escaños del lado izquierdo del parlamento, y los diputados que se oponían a la continuación de la revolución ocupaban los escaños del lado derecho. Esta dramática escena histórica se formó accidentalmente, pero se reflejó en el lenguaje y los conceptos políticos de "izquierda" y "derecha" aparecieron en el vocabulario. A los progresistas o radicales se les llama "izquierdistas" y a los regresivos y conservadores se les llama "derechistas".
¡Centrista significa neutral!