¿Por qué usamos disfraces en Halloween?
No existe una explicación única para el origen de los disfraces de Halloween. Al igual que el festival en sí, los disfraces son el resultado de una mezcolanza de tradiciones de todo el mundo.
Muchos historiadores sospechan que esta tradición tiene alguna base en la fiesta celta de Samhain (también conocida como Calan Gaeaf en Gales). Celebrado entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, Samhain marca el inicio oficial del invierno, conocido por los celtas como la "estación oscura". Según la Enciclopedia Británica, durante Samhain, "se cree que el mundo de los dioses es visible para los humanos".
Esto no fue un consuelo para los antiguos celtas, que creían que sus dioses podían gastar fácilmente bromas a sus adoradores humanos. Muchos participantes del festival se disfrazan de animales o bestias con la esperanza de evadir a los espíritus malignos que puedan traerles desgracias.
Desde hace algunos siglos, la práctica moderna de disfrazarse y pedir dulces tiene sus raíces en la costumbre europea de "fingir ser guay". Los mimos vestían disfraces, a menudo tejidos con paja, y representaban obras de teatro y canciones para sus vecinos a cambio de comida. Los inmigrantes escoceses e irlandeses trajeron esta tradición a América del Norte, que luego evolucionó hasta convertirse en lo que hoy conocemos como pedir dulces.
Sin embargo, los disfraces de Halloween no experimentaron su verdadero apogeo hasta mediados del siglo XX. Por eso, puede agradecer a los empresarios de la ciudad de Nueva York Ben y Nat Cooper, quienes fundaron una empresa que produce ropa con temas de la cultura pop a bajo costo. Ben Cooper, Inc. ha encontrado un nicho para ayudar a los niños a convertirse en personajes que admiran en la televisión y en los cómics, y a menudo compra los derechos de comercialización de esos personajes antes de que se vuelvan populares. Gracias a las innovaciones de la familia Cooper, los disfraces de Halloween se convirtieron en una parte esencial de las celebraciones navideñas.
Hoy en día, los disfraces de Halloween son un gran negocio. La Federación Nacional de Minoristas estima que los estadounidenses gastarán alrededor de 3.200 millones de dólares en ropa este año (alrededor de 1.000 millones de dólares de los cuales se destinarán a ropa para mascotas). Cabe preguntarse qué habrían pensado los antiguos celtas sobre los disfraces de Halloween actuales.