La última colección de textos de "I Am Urban Management"
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Otro atardecer sin atardecer.
La gente después de salir del trabajo abarrotaba todos los caminos, como ríos espesos, corriendo con firmeza. En este momento, el crepúsculo es tenue, las luces de neón del mercado han comenzado a parpadear y los ríos de la ciudad crecen en un amarillo ambiguo, extendiéndose por todos los rincones de la ciudad. Había mucha gente, pero todos parecían figuras de madera inexpresivas, caminando mecánicamente en sus propias direcciones. ¿Quizás acabas de salir del trabajo y no tuviste tiempo de quitarte la mascarilla?
El color del cielo cambió gradualmente de amarillo a azul oscuro, y luego de azul oscuro a negro como la tinta.
Un vendedor estacionó su triciclo al costado de la carretera y gritó con voz ronca. El coche está lleno de verduras. Cuánto quería vender todas las verduras para poder regresar temprano a su cálido hogar y comer platos calientes cocinados por su esposa. Pero parecía que tuvo mala suerte, ya que pocas personas se detuvieron a mirarlo. Quizás el negocio fue en vano hoy.
No muy lejos, un viejo mendigo yacía en el suelo contra la pared, acurrucado sobre una colcha sucia y raída, con el rostro presionado contra el suelo frío e inmóvil, su expresión parecía haber dejado de respirar. Pasan piernas y pies. Había un cuenco de porcelana roto frente a mí, con varios billetes y monedas de 50 yuanes encima.
Ruidoso...