Descarga el conjunto de textos completo de "Autobús en verano"
El archivo adjunto completo de la novela de texto "El autobús en el verano" se ha subido a Baidu Netdisk. Haga clic para descargarlo de forma gratuita:
Vista previa del contenido:
El "Autobús en el Verano"
Autor: El cielo es el mar en septiembre
Prólogo
Actualizado el 12-11-2010 20:21:00 Número de palabras: 1131
Sopla el viento de verano, las cigarras cantan en las copas de los árboles y los patos juegan en el estanque del río. Nunca han olvidado que son angelitos. Pero hay un grupo de criaturitas que se han olvidado del juego, ¿qué es? Son hormigas, un grupo de lindas y vívidas hormigas. Tienen prisa por moverse para la próxima lluvia de verano, y sus apresuradas figuras están salpicadas del esplendor del verano.
El sol dormitaba perezosamente, como si recordara tiempos pasados, brillantes u oscuros. Él, una persona aprende lentamente a apreciar el sabor de la soledad; una persona mira el cielo solitario después del amanecer y el atardecer; él, una persona espera la estación en la que ella aparece, y claramente sabe eso; lo que estaba acostado era solo un desierto árido sin ella, y solo había un ruidoso viento en sus oídos, soplando una y otra vez. Todo a su alrededor estaba sorprendentemente tranquilo, como si hubiera olvidado que esto era verano. La arena y las piedras a su lado estaban llenas de una suave luz del sol, como si estuvieran llorando. Al momento siguiente, el cielo se volvió gris y su suave sonrisa en verano ya no se podía oler en el aire, y había una pizca de frío. Dijo que en este momento llega el otoño y, al mismo tiempo, las cigarras regresan a casa una a una. Pero él nunca la olvidó, olvidó el verano, todos los veranos de su vida, incluso si el verano había pasado por mucho tiempo.
Escuchó débilmente el sonido del autobús acercándose cada vez más en la distancia. El suave viento parecía mezclarse con la figura familiar del autobús, cayendo frente a sus ojos con el viento, y luego. transformado en lágrimas rotas.
De cara al cielo gris, abrió lentamente la pequeña caja de recuerdos, y esos recuerdos transparentes permanecieron frente a él al instante. En un instante, el mundo pareció ser sólo un espacio gris y vacío, tan gris como si hubiera llorado.
Dios mío, realmente lloré.
En ese verano, ese día lluvioso, en ese autobús...