¿Qué significa "Tianju"?
“La mitad de un hijo gana el día”, la mitad es la lucha y la perseverancia de “saber que no puedes hacerlo” la otra mitad es difícil de llenar, pero cuando llega el momento; para detenerse, excede el "resultado final".
Lo mismo ocurre con el tonto llamado "Caos" en "Tianju". El autor dijo que sus habilidades en el ajedrez son "naturales", y es obvio que Tao es natural, por lo que es posible seguir a la multitud, pero se quedó atrapado en el juego de ajedrez y perdió su sinceridad. El ajedrez tontamente gana el cielo, pero se pierde. Esta es una tragedia del destino que nunca se detiene.
La verdad de la vida
Primero, las personas pueden elegir su propio destino.
No te dejes caer en la trampa de ser “único”. El nombre Caos en "Tianju" muestra la tragedia de su personaje: es vago en todo, pero domina el Go. Las opciones de vida son diversas. No te pongas en una situación única. Si te pones en una situación única, quedarás atrapado en una partida de ajedrez.
Su vida es sólo Go, por lo que está destinado a estar solo toda su vida. Esto fue causado por su propio carácter, pero en lugar de salir de la tragedia de su propio carácter, cayó más y más en ella, incapaz de liberarse. Su amigo cercano, el maestro nacional de Go, es mucho mejor que él. Después de encontrarse con la desgracia, decidió vivir recluido, pero estaba dispuesto a ser normal y su destino transcurría sobre ruedas.
En segundo lugar, abandona tu obsesión y adáptate a las reglas.
El mundo funciona según reglas. El ajedrez es una locura y un caos, sale a la nieve sin importar la disuasión de la gente, usa técnicas malvadas y extrañas a toda costa para ganar (el maestro cojo muerto y los maestros de ajedrez muertos de todas las generaciones son metáforas inapropiadas), y el resultado final es Agotamiento de energías, murió en la única partida de ajedrez de su vida.
Jugar al ajedrez es como un juego. El competidor no son los demás, sino usted mismo. El Hada Blanca aquí en realidad está confundiendo su propio destino. El llamado cielo es una metáfora del propio destino. Si vas en contra de la naturaleza y utilizas métodos de competencia incorrectos, en realidad estás destruyendo tu propio destino. Ganar o perder no es nada, es sólo el resultado de tu propia percepción.
De hecho, no existe algo así como "el hombre puede conquistar la naturaleza" en este mundo. El precio de la victoria es enorme. Al final, la gente lucha contra sí misma y se derrota a sí misma. Dejar de lado este pensamiento obsesivo traerá más felicidad.