El trasfondo social y la rabia narcisista de El Padrino 1
Quiero mirar este libro desde dos perspectivas.
1. El entorno social en el que creció el Padrino: cada uno sólo puede tener un destino.
El protagonista Vito Don Corleone nació en Sicilia, Italia. Su padre fue asesinado por la mafia por su honestidad y carácter fuerte. Para evitar ser desarraigado temporalmente, Vito, que sólo tenía 12 años, se vio obligado a abandonar su ciudad natal y huir a Nueva York. Comenzó a vivir de incógnito y a llevar una vida tímida, diligente y contenta. Naturalmente, se casó, tuvo hijos y trabajó como dependiente en una tienda de comestibles. Parecía que los días de paz se rompieron un día. Debido a la arrogancia y el chantaje de Fanucci, perdió su trabajo y el dinero que había comprado con su vida. Después de pensarlo dolorosamente, tomó una decisión que le cambiaría la vida: construir un reino por sí mismo y convertirse en su amo. Este es también el punto de vista del autor. Cada uno sólo puede tener un destino, que es arreglado por Dios, no por uno mismo.
Así que el destino de Vito era convertirse en el jefe del inframundo, e hizo una serie de cosas que el inframundo puede hacer: intimidar, amenazar, abrir un casino y cobrar tarifas de protección. Varias guerras crueles, peleas de pandillas, etc. Aunque el hijo mayor, Sonny, y el hijo menor, Michael, tienen personalidades diferentes, ambos son tan crueles y molestos como él. Como Vito se negó a cooperar con el narcotraficante Sozzolo, Vito fue asesinado. Para tomar represalias y humillarse, el hijo menor, Michael, aprovechó la oportunidad de negociación para disparar y matar a Sorzoro y su cómplice, el jefe de policía McCluskey. Estrangular a mi cuñado Carter por engañar a Sonny. Mató al veterano jugador FaBrecci O y al veterano Tessio después de que el primero colocara una bomba en el auto de Michael y el segundo traicionara a Michael. Parece cruel, pero también parece razonable.
Esto también nos muestra el lado depredador y despiadado de la sociedad estadounidense; la sangrienta historia de la familia pandillera en sus primeras etapas de crecimiento. Mario Puzo, como escritor realista, se quitó el magnífico abrigo de la sociedad estadounidense. y nos mostró las condiciones inmundas del interior.
En segundo lugar, mire El Padrino desde la perspectiva de la autopsicología.
La ira narcisista encuentra su expresión más cruel en este libro.
El protagonista masculino Vito Corleone estaba lleno de sangre cuando se convirtió en el padrino de los gánsteres de primera generación, pero sus actuaciones internas y externas fueron completamente diferentes. Parece tranquilo, decidido y razonable por fuera, pero es frío y egoísta por dentro. Aunque no es una buena persona, los villanos que encuentra en su vida son más crueles que él. No deja lugar a ataques destructivos. Por ejemplo, cuando Don mató a Fanucci, quien lo estaba chantajeando por primera vez, el preludio fue: primero invitarlo calurosamente a beber, luego respetuosamente darle dinero para protección y luego enviarlo afuera. Centro: Siga la residencia de Fanucci y observe los alrededores. Clímax: Esperando a que Fanucci abra la puerta y dispare para confirmar la muerte. Fanucci buscó tranquilamente en sus bolsillos, tomó el dinero de la protección, se deshizo de la billetera y el arma y los arrojó a la alcantarilla. Finalizando: Ve a casa, cámbiate de ropa, recoge a tu esposa e hijos. Este proceso es ordenado, no como matar gente, sino tan ordenado y tranquilo como comprar comida en el mercado y luego volver a casa a cocinar. Esta es la forma más extrema y viciosa que tiene una personalidad narcisista de expresar enojo.
Cuando Michael, el hijo menor de Vito Corleone, se convirtió en padrino de gángsters de segunda generación, él también se llenó de rabia narcisista. Por ejemplo, Michael quedó desconsolado tras descubrir que había sido traicionado por Tessio, el veterano del grupo durante muchos años. Incluso cuando Tessio le suplica a Michael, él se muestra indiferente, imperdonable y profundamente arraigado. Esta rabia despiadada es como un aguacero torrencial, que activa antiguos autoengrandecimientos que no conducen a otro camino que a la destrucción.
Entre los autoobjetos de El Padrino, el yo frágil y poco sistemático de Vito Corleone es también una de sus características. Por ejemplo, cuando ayudó a muchas personas, hizo que otros le debieran un favor. La gente no necesariamente tiene que devolverle el dinero, pero sí hay que respetarlo. Por ejemplo, el dueño de la funeraria, Amerigo Bonacer, le pide a Don que lo vengue. Don estaba enojado al principio porque pensaba que Amerigo era grosero y acudía a la policía cada vez que pasaba algo. Prefería creerle al tribunal de policía que a él, lo que dañaba la autoestima de Don. No está de acuerdo hasta que Amerigo le suplica que satisfaga su ego inflado. Por tanto, en términos de carácter, tiene baja autoestima. Tiene una fuerte necesidad de ser respetado y respetado para condensar su yo frágil y satisfacer su autoobjeto exagerado.
Despreciaba todos los valores, no avisaba y se jactaba.
El Padrino es su propio Dios.
En el mundo de las dos generaciones de padrinos, solo creen en la amistad y la lealtad; la traición solo puede ser un silencio eterno, y la rabia narcisista se presentará de la manera más viciosa.
Información del libro: "El Padrino" está traducido por Mario Puzo y traducido por Yao Xianghui.
Editorial de Arte y Literatura Jiangsu Phoenix, 1 de abril de 2014, impreso el 12 de mayo de 2017.