Sitio web de resúmenes de películas - E-sports - ¿Cuándo se originó por primera vez la acción de “aplaudir” como expresión de elogio y aliento?

¿Cuándo se originó por primera vez la acción de “aplaudir” como expresión de elogio y aliento?

Hablamos de "Aplausos"

En la antigüedad, "Aplausos" se llamaba "Panzhang", y ahora se llama "Aplausos". Es un lenguaje corporal que expresa felicidad y felicidad. una expresión externa de excitación y excitación interior, las llamadas "emociones se mueven en el corazón y se expresan en palabras; las palabras no bastan, por eso se cantan; las canciones no bastan, por eso se suspiran; los suspiros son". "No es suficiente y no saben bailar con las manos ni con los pies".

Es imposible comprobar cuándo y dónde se originaron los aplausos. En nuestro país, el registro escrito más antiguo de aplausos se puede encontrar en el artículo "Han Feizi: Gongming" escrito por Han Fei, una figura representativa de los legalistas en la dinastía anterior a Qin. El artículo dice: "El problema del maestro. radica en la falta de respuestas, por eso se dice: aplaudir con una sola mano, aunque la enfermedad es silenciosa, no hay sonido". La implicación es que sólo aplaudiendo puede haber sonido. Por supuesto, su significado original está lejos del significado de "una bofetada no puede marcar la diferencia" que la gente solía decir más tarde. Esto demuestra que la idea del aplauso ya existía alrededor del año 230 a.C.

La palabra inglesa para aplauso es Applause, que proviene de la palabra latina Applaudere. El antiguo dramaturgo romano Plauto en el año 200 a. C. siempre escribía Plaudita al final de sus obras, diciéndole al público que no se olvidara de aplaudir o golpear objetos para hacer un sonido que expresara su gratitud. El teatro es la primera fuente de aplausos en Occidente. A los occidentales les gusta ver obras de teatro y escuchar música, y el aplauso se ha convertido poco a poco en un ritual en el teatro. Sin embargo, la música es algo complicado y mucha gente no puede entenderla, y mucho menos saber cuándo y dónde aplaudir. En ese momento nació el "aplausor" profesional. Se sientan en la primera fila y toman la iniciativa en aplaudir, induciendo al público de atrás a seguir su ejemplo. En Italia, a mediados del siglo XIX, un "aplausor" profesional podía ganar 10 liras por cada ronda de palmas. No es de extrañar que exista un dicho en inglés llamado "The Hired Hand".