¿De dónde vinieron los emperadores europeos y no emiratíes?
Este término fue originalmente una de las culturas derivadas de juegos en línea como Kantai Rally y Battleship Girls R. Debido a que estos juegos son juegos de dibujo de cartas, las cartas desde las súper raras hasta las malas son todas ssr/SR/R/. N, por lo que cada vez que sacas SSR, se te considera un jugador muy afortunado. Aquellos que se llaman Emperadores Europeos pero han sacado cartas N generalmente están enojados y son negros, por lo que muchos internautas se burlan de esas personas.
La razón por la que los juegos de dibujo de cartas fascinan a los jugadores.
En primer lugar, la motivación para robar cartas debe ser que los jugadores puedan obtener los accesorios o las cartas que quieran, y este mecanismo de recompensa es la motivación más fundamental para que los jugadores roben cartas. Al robar cartas, puedes obtener recompensas y mejorar, brindando a los jugadores una sensación de logro y una mejor experiencia de juego. Y la promoción del sorteo de cartas debe ser muy superior a otros tipos de recompensas, incluso únicas, para que los jugadores puedan estar motivados a robar cartas durante mucho tiempo.
Supongamos que eliminas la parte de sorteo de cartas del juego de sorteo de cartas, entonces descubrirás que el juego en tiempo real se convierte en un juego inactivo puro. ¿Quién quiere jugar a un juego así?
En segundo lugar, es la razón por la que la gente es adicta a dibujar cartas. En otras palabras, los desarrolladores comprenden bien la psicología del jugador. Como juego de probabilidad, los jugadores tienen una gran incertidumbre en el proceso de robar cartas, lo que hace que los jugadores tengan una sensación de emoción muy fuerte si sacan buenas cartas. Tanto es así que los jugadores están obsesionados con la "incertidumbre" que provoca la búsqueda de emoción, robando cartas una y otra vez. En otras palabras, esto es en realidad una "apuesta" humana.
Este tipo de "apuesta" es realmente muy obvio en el juego. Por ejemplo, un jugador a menudo elige continuar después de abrir algo bueno, porque en ese momento piensa que tiene suerte y aumentará la posibilidad de obtener buenas cartas, lo que hace que el jugador pierda su racionalidad original.